La sanción a Verstappen por lenguaje inapropiado ha exasperado al neerlandés, que amaga con hartarse y marcharse. Farol o desahogo, se haber el debate de hasta dónde los pilotos pueden y deben ser amordazados
«Me da miedo que Max no quiera llegar a 2028 y se retire antes», susurraba Jos Verstappen al oído de algunos durante los turbulentos tiempos internos de Red Bull a comienzos de año. Farol, desahogo o intención real, el neerlandés ha insinuado una posible retirada a raíz de la sanción impuesta por la FIA por su lenguaje en la rueda de prensa oficial del GP de Singapur.
«Ya tengo muchos planes sobre lo que quiero hacer. También se trata de calidad de vida. Hay otras cosas en la vida además de la Fórmula 1. Tengo contrato hasta 2028 y después ya veré». Así se manifestaba el pasado año, y no es la primera vez que insinúa sus objetivos como piloto cumplidos.
Sin embargo, un episodio de aparente menor importancia ha tocado esa fibra del posible hastío de Verstappen. «Por supuesto que es genial tener éxito y ganar carreras, pero una vez que has logrado todo esto, también quieres pasar un buen rato», declaraba el pasado domingo, mientras avisaba que valora una posible retirada de la Fórmula 1 por culpa de la sanción recibida de la FIA bajo la tenaza de su creciente política fiscalizadora del lenguaje usado por los pilotos.
El episodio ha abierto el debate sobre el control de una de las facetas más atractivas de este deporte, el factor humano empapado en adrenalina, en equilibrio con el necesario respeto a diferentes sensibilidades culturales ante la globalidad de la Fórmula 1.
"It's just so stupid!" 😠
Max wasn't happy after coming out of the pits behind Charles Leclerc's Ferrari 😬#F1 #SingaporeGP pic.twitter.com/FJBL2MVUhD
— Formula 1 (@F1) September 23, 2024
«No quiero lidiar con esto»
“Este tipo de cosas también deciden mi futuro. Cuando no puedes ser tú mismo, tienes que lidiar con este tipo de cosas tontas. Estoy en una etapa de mi carrera en la que no quiero lidiar con esto todo el tiempo. Es realmente agotador”. Aunque una retirada por este tema no parece realista, representa otra pista sobre la saturación que la Fórmula 1 parece estar poco a poco invadiendo a Max Verstappen.
«Todos aquí están empujando al límite, incluso los que están al final de la parrilla. Pero si tienes que lidiar con todo este tipo de cosas tontas, para mí, no es una forma de continuar en el deporte, es con seguridad”, denunciaba el pasado domingo. Fundamentalmente, porque considera que la política de la FIA está aplicando un torniquete a su personalidad.
Como el presidente Mohammed Ben Sulayem recordaba recientemente, la institución que preside quiere eliminar el lenguaje inapropiado tanto en los actos oficiales como en las retransmisiones, incluyendo tacos y palabras malsonantes. En este sentido, Verstappen es el piloto que más pitidos de censura recibe durante las retransmisiones por su lenguaje ‘transparente’.
«La F1 continuará sin mí»
En la rueda de prensa del pasado jueves, no solo usó su palabra favorita “Fu..” («Jod…»)pocos días después de que Ben Sulayem recordara sus intenciones, sino que a continuacion hizo en el mismo acto una férrea defensa de la libertad de lenguaje como defensa de libertad y de su personalidad. Al día siguiente fue llamado por los comisarios, y sancionado.
Tras conocer la sanción, Verstappen se mostró deliberadamente escueto en la rueda de prensa del sábado a modo de protesta, y para no incurrir en una nueva sanción de la FIA. En el exterior se abrió a los periodistas sin contemplaciones. Durante el resto del fin de semana, incluso en la parrilla de salida, no cesó de hacer alusiones al tema de manera irónica.
«Si realmente no puedes ser tú mismo del todo, entonces es mejor no hablar. Pero esto es lo que nadie quiere, porque entonces te conviertes en un robot, y no es así como deberías hacerlo en el deporte». Verstappen no suele aceptar sin respuesta corsés, sugerencias u órdenes como certifican sus comunicaciones por radio o respuestas a los medios. Ser controlado por la FIA no entra dentro de su escala de valores.
Franco gave it everything 👏 #F1 #SingaporeGP @WilliamsRacing pic.twitter.com/KVj26fSobi
— Formula 1 (@F1) September 22, 2024
“Siempre seré yo mismo, no cambiaré cómo soy en mi vida, ni tampoco cómo estoy funcionando aquí. No sé cuan seriamente se tomará la FIA ese tipo de cosas. Pero para mí, cuando llegue el momento, será suficiente. Las carreras continuarán, la F1 continuará, también sin mí». Además de un sustancioso contrato, muchos intereses rodean al holandés, incluido el próximo súper contrato que puede ofrecerle Aston Martin o Mercedes.
Hasta dónde llegará el esparadrapo
Verstappen también presentó el tema al resto de los pilotos en Singapur donde, según el holandés, se tomaron a chirigota la decisión de la FIA. De momento, no ha consta declaración pública alguna de la GPDA (asociación de pilotos) al respecto. Pero algunos, como Norris, cuestionaron las intenciones de la FIA e incluso Lewis Hamilton aconsejó al neerlandés que no cumpliera la sanción, como el británico también haría de haberse encontrado en una situación semejante.
La polémica con Verstappen servirá para matizar el verdadero alcance de la fiscalización de la FIA. El propio Ben Sulayem explicaba que el Consejo Mundial de la FIA había ampliado el concepto de ‘mala conducta’ de su Reglamento Deportivo ya que se había constatado que determinados comentarios de los pilotos podrían haber inducido a abusos verbales en las redes sociales contra los oficiales de la institución.
'Let's kick some ass tomorrow' 'Fuck Them All'
Y a quienes no le guste, que bajen a la tele. pic.twitter.com/hUctn7rra0 https://t.co/P2tlXWRm27
— 🏁【 Alerta F1 】🏁 (@AlertaF1) July 27, 2024
Sin embargo, el presidente de la FIA también utilizaba a los raperos como ejemplo de figuras públicas cuyo lenguaje (con la famosa palabra F… como bandera) no debería formar parte de la Fórmula 1, dada la ejemplaridad que se supone en los pilotos como roles sociales, además del distinto significado cultural que representa según el contexto las expresiones utilizadas por los pilotos.
Tanto en ruedas de prensa como en actos oficiales, nadie defiende el uso de un lenguaje inapropiado, aunque incluso el pasado año Fred Vasseur y Toto Wolff fueron llamados al orden en alguna ocasión. Aunque Verstappen se saltó a la torera la norma el pasado jueves justo después de la entrevista pública del presidente de la FIA con un medio británico.
Ahora bien, queda por dilucidar si la fiscalización de la FIA llega a la acción en pista, donde se vive con la mayor intensidad. Y si es la propia FOM y Liberty quien también comparte e impulsa la cruzada de Ben Sulayem. Como con aquella iniciada con las joyas en la cara y cuerpo de los pilotos, con Lewis Hamilton como epicentro. Pero como el propio Verstappen sugería no sin razón, “pues no emitir conversaciones por la radio, y se acaba el tema”. ¿Es lo que desea la Fórmula 1? ¿Poner esparadrapo en la boca de los pilotos?
Vía Elconfidencial.com
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