• vie. Abr 19th, 2024

La última vuelta de tuerca de McLaren y las ideas para subirse al podio

El equipo británico inició en 2018 un eficaz proceso de corrección y evolución de sus monoplazas que debería culminar con nuevos conceptos que aparecerán en el MCL35

Foto: McLaren quiere explotar todo el rendimiento posible en el MCL35 antes de que termine esta era de la Fórmula 1. (EFE)¿Recortará McLaren diferencias en 2020 sobre Mercedes, Ferrari y Red Bull? ¿Mantendrá el próximo MCL35 la distancia a sus rivales de la clase media? ¿O será engullido por Renault y compañía? Es el panorama que se presenta al equipo británico en la última temporada del actual ciclo.

El resultado global de 2019 ofrece motivos para una prudente respuesta afirmativa. El futuro y la reacción de los rivales es aún una incógnita, pero los fundamentos técnicos ofrecidos por McLaren sugieren que se mantendrá la curva ascendente confirmada en este pasado campeonato. «La esperanza es consolidar algunas de las fortalezas del coche de este año y mejorarlas, y analizar otras áreas donde no se tenía el potencial que se debería haber tenido», explicó Andreas Seidl en el análisis que realizaba recientemente en ‘Autosport’.

McLaren ilustraría ese axioma tantas veces recordado en la Fórmula 1, según el cual serían necesarios cinco años (arriba o abajo) para convertirse en una escuadra ganadora, y alineadas todas las diferentes áreas que determinan el rendimiento de un equipo de carreras. Pero antes de especular con la temporada 2020, en el caso del equipo británico quizás habría que remontarse al Gran Premio de Canadá de 2018.

Andreas Seidl, jefe de la escudería McLaren. (Imago)

Andreas Seidl, jefe de la escudería McLaren. (Imago)

El fiasco del MCL33

Antes, durante el invierno de 2017, los técnicos de McLaren hubieron de encajar a contrarreloj y casi a martillazos el motor Renault, lo que forzó determinados compromisos. En pista, el MCL33 de 2018 arrastró desde el principio vicios aerodinámicos que intentaron resolver dos evoluciones (Barcelona y Mónaco). El MCL33 mostraba ineficiencias aerodinámicas, especialmente en curvas lentas y con un eje delantero cuyos flujos afectaban disfuncionalmente al resto del monoplaza. Errores que se remontaban al primer proyecto de 2017, con chasis nuevos y neumáticos de mayor tamaño y diferente impacto aerodinámico. Para compensar la falta de adherencia trasera, los monoplazas británicos necesitaban mayor carga de alerón trasero, dejando así al rey desnudo cuando se comprobó que su pobre rendimiento no era solo atribuible a la cuestionada potencia del motor de Honda. Fue en el Gran Premio de Canadá cuando se constató el fracaso irremisible y sin solución hasta final de año.

McLaren empredió un profundo proceso de análisis en la propia pista -el túnel de viento no reproducía los problemas en el asfalto- que duró hasta el cierre del campeonato. «Fuimos demasiado lejos en algunas cosas y creamos algunos problemas aerodinámicos que nos colocaron en un callejón sin salida», reconocía Andrea Stella. Tras la reestructuración técnica en el equipo, Stella y Pat Fry se pusieron manos a la obra, mientras Fernando Alonso y Stoffel Vandoorne trabajaban durante los grandes premios con soluciones aplicables ya para 2019. Solo entonces se comprobaría hasta qué punto el MCL34 de Carlos Sainz y Lando Norris curaba las heridas, o parte de las más graves. En ello siguen.

McLaren afronta el desafío de mantener esa positiva inercia que se inició en 2018, ganó impulso en 2019 y debe consolidarse en 2020

Algo cambió en 2019

«Justo desde el principio, el coche (MCL34) era más fiable y un buen paso adelante en su base», explicaba Seidl. «Reaccionaba a las evoluciones de forma diferente al pasado año, así que podíamos traer modificaciones de forma continúa que funcionaban, porque veíamos la correlación desde los sistemas CFD y túnel de viento en la pista”. El MCL34 nació más sano, pero aún arrastraba parte de los vicios de su predecesor. Sainz ya lo anunciaba veladamente durante los primeros entrenamientos de pretemporada: la nueva criatura deparaba altibajos de rendimiento, una de cal y una de arena según el tipo de curvas. Arrancó la temporada como un monoplaza ‘front limited’ (el ‘grip’ del eje delantero dejaba aún que desear) y pistas como la de Shanghái se le atravesaban.

Importante fue la evolución introducida en el Gran Premio de España. Sainz salió satisfecho tras las pruebas realizadas dias después de la carrera, cuando la zaga del MCL34 había sido como patines sobre hielo en el último sector. El MCL34 todavía no era un monoplaza aerodinámicamente equilibrado en sus dos ejes, pero sí respondió a las sucesivas evoluciones introducidas durante la temporada que mejoraron sustancialmente su rendimiento. Hungría fue un alentador testimonio de ello. Por encima de todo, los técnicos de Woking confirmaban correlación teórica y rendimiento en pista. A pesar de los problemas de Sainz en seis carreras (y Norris en Spa, por ejemplo) McLaren fue el mejor equipo en ocho sesiones clasificatorias y en nueve carreras. Pero no era suficiente. Aún se arrastraban conceptos limitantes de años anteriores.

Lando Norris y Carlos Sainz seguirán siendo los pilotos de McLaren en 2020. (EFE)

Lando Norris y Carlos Sainz seguirán siendo los pilotos de McLaren en 2020. (EFE)

La vuelta de tuerca

Son numerosas las áreas que contribuyen al resultado final de un equipo. Pero en el factor concreto de su monoplaza, McLaren afronta el desafío de mantener esa positiva inercia que se inició en 2018, ganó impulso en 2019 y debe consolidarse en 2020 extrayendo mayor carga aerodinámica del MCL35 sobre sus predecesores. En definitiva, de seguir subiendo peldaños con la confianza adquirida en la comprensión de sus problemas desde 2018, la efectividad de las soluciones aportadas y la claridad de objetivos a atacar con el nuevo monoplaza. Porque no lo olvidemos: junto con el Williams, el MCL33 fue el peor monoplaza de 2018.

«La esperanza es consolidar algunas de las fortalezas del coche de este año y mejorarlas, de mirar en otras áreas donde no teníamos el potencial que deberíamos tener», explicó James Key, director técnico de McLaren. «Estaríamos locos si nos fuéramos por la tangente e hiciéramos algo completamente diferente, es algo más controlado, en zonas que sabemos tienen margen, pero que necesitan cambios conceptuales para extraer ese rendimiento». ¿Cuáles serán esos cambios de concepto, esa nueva y sucesiva vuelta de tuerca a la última generación MCL? Los recientes precedentes juegan a favor de McLaren. Pero lo empezaremos a comprobar en la pretemporada de Montmeló.

Vía Elconfidencial.com

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