Una vuelta al Circuito de Corea (Yeongam)
Esa curva nos lleva a la recta más larga del circuito, y una de las más largas del Mundial, de más de un kilómetro donde se sitúa el punto de mayor velocidad, que supera los 310 km/h. Es la otra parte más clara para el adelantamiento, ya que nuevamente aparece una frenada brusca para la curva 3, un ángulo muy cerrado a derechas. Los pilotos descienden hasta los 80 km/h en segunda marcha, y atacan el vértice interior dejándose ir hacia fuera de la trazada. Durante la frenada llegan a sufrir hasta 5 g de fuerza lateral, siendo dicha cantidad en la curva de entre 2'5 y 3 g.
Al pasar esa curva 3 aparece una nueva recta, la más corta de las tres primeras, y en la que termina el sector 1 y comienza el 2. Se hace a fondo, superando los 300 km/h y se frena fuerte para la curva 4, lenta y cerrada, a izquierdas. Se pasa a unos 85 km/h también en segunda velocidad. Muy poco después está la curva 5 y luego la 6, en un zig-zag que pone a prueba la habilidad del piloto y la eficiencia del monoplaza en curvas lentas. Hay pequeños acelerones en las breves partes rectas y frenadas en las curvas en torno a los 85 km/h en segunda marcha.
Los pilotos aceleran y llevan el coche a la derecha, para trazar la curva 11, a izquierdas, una curva prolongada que además empalma con la curva 12, a derechas. Aquí también se sufren una fuerza g alta. Antes de la curva 11 se frena y a través de ella se acelera muy poco, para acelerar en el tramo que junta las dos curvas y frenar antes de la 12. Tras pasar este giro se encuentra el punto intermedio 2 que da inicio al tercer y último sector.
Comienza una zona lenta y en la que hay bastante frecuencia de muros delimitando el trazado. La curva 13 es rápida, de hecho se suelta el acelerador pero no se toca el freno, pasándola a unos 235 km/h en quinta. Se acelera llevando el coche a la izquierda para frenar y encarar la última zona de Yeongam. Aparece un conjunto de curvas sucesivas. Primero la 14, rápida, a derechas, luego se frena para la 15, cerrada a izquierdas, que se completa con la 16, también a izquierdas y para la que no hay que frenar tanto, ya que el coche viene lento del anterior viraje (va a unos 150 km/h en cuarta).
Se encara el final de la vuelta, con la curva 17 muy abierta a derechas, que se realiza a fondo, así como la última curva, la 18, que es un pequeño vértice que también se ataca con el acelerador al máximo y sin frenar para llegar veloces a la recta principal y comenzar de nuevo la vuelta.
Vía Arpem.com