Como ocurriera en Montmeló, el equipo italiano introdujo mejoras en su monoplaza para el Gran Premio de Gran Bretaña, pero el resultado, el mismo, no fue el esperado
Después de unas primeras citas donde la ‘Scuderia’ consiguió un triunfo y miraba solo hacia adelante persiguiendo a las ‘flechas de plata’, en Ferrari han pasado de la euforia a la resignación y a tener que estar pendiente de Williams, que en las últimas carreras han sido más fuertes.
Ni con nuevas mejoras lograron solventar estos problemas. La historia se repitió como en Montmeló y las actualizaciones no funcionaron como esperaban. Ahora les toca defenderse y centrarse en sus puntos débiles. “La metodología es importante para hacer un buen trabajo. Así que en vez de poner 10.000 cosas en conjunto en el coche se ponen ciertas cosas y se miden (su éxito). Si están funcionando bien, darás un paso adelante, de lo contrario, pierdes”, dijo Arrivabene.
La segunda mayor diferencia con Mercedes
“Si te fijas, en Barcelona fue más o menos la misma historia. No estoy encontrando excusas porque esto es algo que dije la última vez en Austria, vamos a tener pistas que están a nuestro favor y otras pistas en las que estemos luchando”, afirmó Arrivabene, comparando la cita de Silverstone con la de Montmeló, porque es donde más se han sacado a relucir las áreas más débiles del SF15-T. Además, en ambos circuitos, los puntos débiles de Ferrari salieron a la luz, y sin resolverlos, no hay mejoras que valgan.
En Gran Bretaña, como en Barcelona, Ferrari introdujo algunas actualizaciones con el fin de reducir su brecha con Mercedes. “Tenemos un desarrollo normal en el coche. Como he dicho muchas, muchas veces, y te reconfirmo una vez más, el desarrollo se producirá durante todo el año”, dijo Arrivabene. Pero en ningún caso salió bien. En Montmeló se notó mejoría, sobre todo en carrera, e igualmente Mercedes aumentó la brecha. En este último certamen, Ferrari llevó un nuevo alerón delantero y cambios en la aerodinámica. Al final, la diferencia con Mercedes en clasificación fue la segunda mayor en toda la temporada, 1.131 segundos. La primera fue en Australia, 1.430 segundos.
Silverstone, cita definitiva para Williams
Lejos quedan la sorprendente victoria de Sebastian Vettel en Malasia o el segundo puesto de Kimi Raikkonen en Bahréin. Con el comienzo de la gira europea, el globo de Ferrari se ha ido deshinchando hasta luchar con Williams. En Canadá y en Austria, Williams le birló el podio a la ‘Scuderia’. En el circuito de Gilles Villeneuve, quizá por el error de Raikkonen y los problemas de Vettel que le obligaron a salir desde el fondo de la parrilla, pero en cualquier caso, en la clasificación ya se quedaron a una décima. Y en el trazado austriaco, fue el equipo el que perdió la plaza de podio de Vettel en boxes, en detrimento de Massa.
Gran Bretaña fue el gran premio definitivo que mostró el progreso de los de Grove y su peligro sobre Ferrari. Fue la primera vez en toda la temporada que ninguno de los dos Ferrari logró clasificar en la segunda fila de la parrilla. Sin embargo, Vettel acabó con el podio gracias a la lluvia. Antes, los dos pilotos de Williams lideraron la carrera y soñaron con el triunfo. Con el asfalto seco, los monoplazas británicos fueron superiores a los italianos. “Si la carrera hubiera sido en seco, el resultado habría sido muy diferente”, admitió Arrivabene.
Ya lo predijo Fernando, quien vio desde el principio la senda que podía seguir Ferrari. A fin de cuenta están en el mismo sitio que todos los años, segundos y precisamente es eso lo que el español no quería. Probablemente estén sufriendo este año en McLaren, pero si la historia se repite, terminarán ganando, mientras los de Maranello siguen en la misma línea. Comienzan bien la temporada, pero luego todas las evoluciones que traen en cada Gran Premio no funcionan y terminan alejándose de los tiempos de los ganadores.
Vía Elconfidencial