Triunfo de la pareja Carlando y disfrute de un podio especial como es el de el Gran Premio de México
Si, señores, ha ganado Carlos, y como lo ha hecho, demostrando una vez más de la pasta que está hecho y no se lo han puesto nada fácil. Salida buena, pero se tuvo salir por fuera, por lo que tuvo que dejar pasar a Verstappen, pero no tardó en darle caza y señores, que adelantamiento le ha hecho, ni se lo pensó, se tiro de atrás y a por el tricampeón que le borro las pegatinas del Red Bull. En menos de unas vueltas ya lo tenía detrás y con distancia, controlando de principio a fin toda la carrera y manteniéndose siempre en la distancia prudencial, estuviera quien estuviera detrás, incluido su propio compañero de equipo. Pues si, señores, hoy en México se habló español, se vio la bandera española y sonó el himno español y nada menos que por un piloto que Ferrari va a echar de sus filas. Una vez más no nos cansaremos de decir que es una injusticia y un golpe bajo a un piloto que está demostrando su valía y con creces.
Quién sabe lo que hará Hamilton con el Ferrari el año que viene, esa es otra película con otros protagonistas. Pero esto es lo que hace Sainz: ganar el GP de México, adelantar a Verstappen con una auténtica lección de agresividad contenida, todo tras liderar la tabla de tiempos del viernes y la parrilla del sábado y regalar un fin de semana casi perfecto en uno de los circuitos más incómodos del calendario. Esto también es a lo que renuncia Maranello en 2025. Que le quiten lo bailado. Carlos cruzó bajo la bandera a cuadros y celebró con rabia su cuarta victoria en la F1. Que no sea la última con Ferrari. Ni la última.
No se puede calificar de domingo tranquilo, porque la curva uno del Hermanos Rodríguez concentró, como siempre, más tensión que muchas carreras clásicas del verano. Carlos defendía la pole, su arrancada no fue mala (Norris, tercero, salió tal cual) pero la de Verstappen (2º) fue mejor. Lando se encerró y no aprovechó el rebufo, pero Max atacó el interior como suele y dejó sin hueco a Sainz. Fue listo el madrileño, que abrió la trazada por la hierba y se saltó la curva (habría perdido muchos puestos de lo contrario). Al volver al asfalto cedió la primera plaza a Max y esperó su momento. Entonces hubo que limpiar el zafarrancho: Tsunoda y Albon tuvieron un violento choque en la misma salida que forzó la salida del coche de seguridad.
Ya en la resalida, Sainz fue con todo a por Verstappen en cuanto pudo abrir el DRS y remató con un adelantamiento a la altura de la presa. Se acercó al final de la recta en la novena vuelta y lanzó el coche al interior en el último momento, forzando a Max a alterar su trazada. Aguantó Carlos la acometida de Verstappen en la chicane y selló la puerta por el interior del piano de la curva tres, pura clase, pura pasión. Norris era tercero y lo vio a pocos metros de distancia. Lando, así se adelanta sin dar opción de réplica al piloto más agresivo de la parrilla.
Lástima que se emborronara la pelea cuando el McLaren acechó al Red Bull. Norris intentó la misma maniobra pero ‘Mad Max’ cerró bien y le mandó a trazar por la hierba. Es justo decir que esta vez el holandés no se pasó de duro, de hecho trazó en todo momento por dentro de la pista. Pero Lando no le quiso devolver la posición y Max se tomó la justicia por su mano: le adelantó al estilo banzái en la curva siete (Leclerc adelantó fácilmente a ambos, segunda plaza de regalo), los dos por fuera de la pista, y recibió al poco rato una doble sanción de diez segundos por la obra en su conjunto. La FIA quiere apagar el fuego ya.
YO AQUÍ HE VENIDO A GANAR 🔥🔥🔥🔥
CARLOS SAINZ Y SU PEDAZO DE ADELANTAMIENTO A MAX VERSTAPPEN PARA PONERSE LÍDER #MexicoDAZNF1 🇲🇽 pic.twitter.com/LsaTIaE2uZ
— DAZN España (@DAZN_ES) October 27, 2024
A partir de ahí, pasó poco. Leclerc apretó tímidamente a Sainz y abrió el DRS hasta que Carlos le dijo por la radio a su equipo que a qué estaban jugando. Al poco rato, era Charles quien tenía que levantar para gestionar las temperaturas por culpa de su bravata. Todos los cambios de ruedas fueron limpios y Sainz se quedó con el frente despejado para hacer ‘lift and coast’ y mimar al Ferrari hasta la meta. Si la victoria de Australia supo a venganza ante los suyos, esta tiene regusto a emotiva reivindicación frente a toda la F1. Su padre y su madre viajaron con él. Ahí se va un piloto grande, por la puerta grande, aunque a un equipo pequeño. El tiempo dará y quitará razones a quienes tomaron esa decisión. Mientras tanto, al señor Elkann, presente en México, le salen las cuentas: con el mal fin de semana de Piastri y Pérez, Ferrari acecha el título de constructores.
No fue un doblete porque Lando encontró a su favor otra defensa de flan, la de Leclerc, que perdió el control del coche en la parabólica al final de la 63ª vuelta y entregó la segunda plaza. Como Verstappen salvó la papeleta tras la dura penalización (fue 6º), el inglés recorta diez puntos y está a 47 con cuatro carreras y dos esprints por delante (120 puntos en juego). Cuidado. Mientras, Checo coronó su terrible carrera de casa con una sanción por salir mal colocado que anuló cualquier intento de remontada. Alonso, por su parte, abandonó a las primeras de cambio su 400º gran premio de F1 por una avería en los frenos.
Via Mamenf1, As.com
Foto Jaume ‘Jymmy’ Camerino