Considerado el más famoso de la Fórmula 1 entre dos compañeros
Hoy es un día marcado en rojo en el calendario de la Fórmula 1. Estamos de aniversario, y no uno cualquiera. Se cumplen 30 años, tres décadas, del famoso y mítico accidente en Suzuka entre Alain Porst y Ayrton Senna. Dos compañeros de equipo, en Mclaren, que colisionaron en la vuelta 47 del Gran Premio de Japón en 1989. A partir de entonces, nada fue igual en su rivalidad. Provocó un fuego que tardó años en controlarse.
Para muchos, dos de los mejores pilotos que ha habido en la historia de este deporte. Fueron leyendas, y también polémicos. Lo ocurrido en Suzuka agitó, y mucho, sus trayectorias. Un incidente en el que posteriormente hubo multas (100.000 dólares a Senna), inhabilitación de seis meses para el propio brasileño y una controversia que hoy en día, al recordarlo, se aviva.
Todo por un incidente entre compañeros de equipo. Dos pilotos que se jugaban el título. Uno -Prost, que iba primero en aquella prueba-, haciendo tapón a Senna. El otro, con mucho mejor ritmo, loco por arrebatarle la plaza. Y en esa famosa chicane, el incidente maldito que trajo toda la polémica posterior. Antes, Senna logró entrar a boxes, cambiar el alerón, regresar a pista y vencer en aquella prueba. Pero fue descalificado. Indiscreciones, manipulación del Campeonato según el brasileño…un sinfín de despropósitos que perduró en el tiempo y no cayó en el olvido.
Ya son 30 años de este incidente y algunos, como Eric Silbermann, asesor de comunicación de Honda, quita hierro al asunto: «Creo que hoy seria peor por el uso de las redes sociales. Antes los pilotos tenían una influencia mucho mayor que ahora», expresa en declaraciones a la web de Honda. Sin embargo, asegura que la rivalidad ha existido siempre en el ‘Gran Circo’. Y equiparándole con la actualidad o con otras rivalidades, expone: «No es distinto a lo que Prost había hecho con Niki Lauda y lo que hoy le hace Charles Leclerc a Sebastian Vettel. La relación estaba algo rota».
Rivalidades que, por unas cosas u otras, casi siempre por incidentes dentro de la pista que luego se trasladan fuera de ella a través de las palabras, han marcado una época en la Fórmula 1.
Vía Marca.com
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