• dom. Ene 19th, 2025

Imola día 1 de Mayo de 1994 «La carrera maldita»

A las 14h/18m a 310km/h en la curva de Tamburelo se apagaba un piloto y nacía una estrella, una Leyenda…….un Mito llamado «Ayrton Senna da Silva«.

Por mucho tiempo que pase desde aquel fatídico día no podemos olvidarlo, mucho menos este año que hace nada más y nada menos que la cifra redonda de treinta años sin uno de los más grandes de la Fórmula 1 si no, el que más. Sigue doliendo tu ausencia campeón, nos seguimos acordando de ti a cada carrera que pasa, y este año con este aniversario tan especial podremos ver muchos eventos en los que te van a homenajear. Yo desde aquí aporto mi granito para que quien no te conozca lo haga y quien sabe de ti no te olvide.

Todo comenzó con el Gran Premio de Fórmula 1 en el circuito de Imola donde arrancaba con los primeros libres y con el primer accidente de ese fin de semana trágico, por algo le llaman la carrera maldita. Tras los primeros minutos de las clasificatorias del viernes, Rubens Barrichello amigo de Senna, tuvo una violenta salida de pista, y sólo recobró el sentido en el hospital del circuito. Ayrton acudió inmediatamente al hospital para darle su apoyo. Estaba ansioso, inquieto y conmocionado.

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Al día siguiente sucedía la muerte de Roland Ratzemberger, otra verdadera pérdida y además ha tenido que compartir esta tragedia con un grande como Senna y en muchas ocasiones se le ha tenido menos en cuenta que a Ayrton, pero ciertamente fue otro mazazo más para continuar con ese fin de semana negro en el mundo del motor. El debutante piloto austríaco sufrió un accidente brutal y fatal. Ratzemberger fue víctima de la rotura de un alerón delantero del Simtek, que perdió adherencia a 304 km/h y salió recto en la Curva Villeneuve, chocando de frente contra el muro de cemento a unos 300 km/h. Murió casi al instante debido a la gran violencia de la desaceleración.

Senna fue al lugar del accidente. Esta iniciativa le valió una represalia de la FIA, pero a Ayrton Senna era lo que menos le preocupaba, se quedó muy tocado, nervioso y se fue a la parte trasera de los boxes, solo, y lloró.

 Esa noche, Ayrton habló con su novia y le confesó su inseguridad y su poca voluntad de disputar aquel Gran Premio. “No tengo buenos presentimientos, y, si pudiese, no correría”.

Todos coincidían en decir que aquel día Senna estaba distinto, buena cuenta de ellos fueron varios movimientos poco habituales en él. Para empezar, estuvo mucho tiempo apoyado en el alerón trasero de su Williams moviendo la cabeza de lado a lado con un gesto claro de decir que no, se le vio conversando con el director del equipo Fran Williams, que prácticamente lo tuvo que convencer para que corriese. Antes de entrar en el coche, pidió que le proporcionasen una bandera de Austria, muy a pesar de que sabía que en aquella época ese gesto estaba prohibido por parte de la FIA, quien por entonces siempre se mostraba muy fría ante estas situaciones, afortunadamente eso a día de hoy ya ha cambiado algo. El caso es que muy a pesar de todo, de sus pocas ganas, de su mal presagio, Senna confiaba en que iba a ganar aquella carrera, y quería celebrar la victoria con una bandera austríaca en homenaje a Ratzemberger. Y, para terminar, algo que siempre hacía una vez que se ponía en la línea de salida con el coche, antes de la misma siempre se bajaba del monoplaza e incluso concedía alguna que otra entrevista, aquel día no se bajó, se le vio pensativo y con un gesto bastante contrariado.

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Por si no había suficiente con todo lo que llevábamos pasado ese fin de semana, la salida no iba a ser menos y como presagio de lo que después vendría hubo otro incidente más. Pedro Lamy no vio el Benetton de J. J. Lehto detenido y chocó violentamente con él. La pista se vio invadida por los restos de los dos coches y tuvo que interrumpirse la prueba. Sin embargo, la dirección de la prueba decidió hacer entrar al safety Card en lugar de detener la carrera, una vez más demostrando frialdad ante cualquier situación y anteponiendo el espectáculo a algo mínimamente humano.

Ayrton había salido el primero y se mantenía líder de la prueba detrás del safety Car. En la vuelta 5ª, el safety Car salió de la pista y la carrera continuó. En la vuelta siguiente, Ayrton pasó por última vez por la línea de meta, 0,675s por delante del Benetton de Schumacher, sin saber que los neumáticos por las vueltas a baja velocidad que dieron, se vinieron abajo perdiendo parte de la presión que necesitan tener para posteriormente alcanzar las velocidades que cogen los monoplazas, y eso fue en gran parte culpable del accidente, ya que con lo bajo que iban los coches por aquella época, con las presiones que llevaban en esos momento, prácticamente dieran con el suelo y por más que quisiera torcer el volante el coche no respondió.

Es por ello, que en la entrada de la curva Tamburello, alrededor de las 14h 18m, el Williams rozó el pavimento y escapó al control del piloto. El monoplaza chocó contra el muro de cemento, a tan sólo 15 metros de la pista, sin ninguna escapatoria de arena u otra zona de desaceleración. El coche rebotó de nuevo hacia la pista, dio media vuelta y regresó a la escapatoria. Siete segundos después de la colisión, el automóvil, destrozado, se detuvo con la parte delantera y el lado derecho, excepto el cockpit, totalmente destruidos.

Algo pudimos ver por la televisión cuando en ese justo momento la cabeza del brasileño se estremeció imperceptiblemente dos veces, y luego se inmovilizó para siempre. Todos nos quedamos horrorizados, aunque con alguna esperanza. Pero era en vano. En el lugar del accidente, en el pavimento, donde fue colocado el cuerpo de Ayrton sobre una camilla, una enorme mancha de sangre, la cabeza oculta por los médicos y los enfermeros con una sábana verde.

«Justo en ese momento fue cuando me di cuenta, que a partir de ahí habría un antes y un después en la Formula 1, nos dejaba el Campeón, como piloto y mejor persona, alguien que aún hoy después de 30 años, todavía le lloramos y jamás le olvidaremos»…….

A las 18h 05m, la doctora Fiandri, visiblemente emocionada, leyó un comunicado que anunciaba la muerte clínica de Ayrton Senna. El piloto continuaba con respiración asistida, que mantenía su corazón en funcionamiento.

 Las declaraciones causaron una profunda conmoción. Unos lloraban, otros salieron disparados de la sala. A las 19h 05m la doctora Fiandri apareció de nuevo en la puerta de urgencia del hospital. Pidió calma y reveló: “A las 18h 40m Ayrton Senna no presentaba ninguna actividad cardíaca. Ha muerto”.

Se calcula que más de dos millones de personas siguieron el camión de bomberos que portaba el ataúd de Ayrton Senna por las calles de Sao Paulo, su ciudad natal. Fue uno de los entierros más multitudinarios de la historia.

En Imola el día 1 de mayo de 1994 tuvo lugar “La carrera maldita» y a las 14h/18m a 310km/h en la curva de Tamburelo se apagaba un piloto y nacía una estrella, una Leyenda, un Mito llamado «Ayrton Senna da Silva».

¡¡ Solo mueren los que son olvidados y aquí siempre brillarás!!

¡¡Ayrton va por ti!!

Vía Mamenf1

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