Pole del campeón delante McLaren y Ferrari en una Q3 muy igualada. Meritorio octavo de Fernando y decepcionante decimotercero de Sainz
Ni McLaren, con uno de los monoplazas más dominantes de la F1 contemporánea; ni Ferrari, impulsados por decenas de miles de aficionados en el gran premio más importante del año para tifosi, pilotos y, sobre todo, altos directivos. No, la pole de Monza se la adjudicó el campeón del mundo con un golpe final de 77 milésimas sobre Norris en una de las Q3 más apretadas de los últimos tiempos. Las pocas y breves curvas de Monza igualaron prestaciones entre los coches de delante y Verstappen fue Mad Max en su versión brillante, a la que ningún otro piloto se acerca. Ahora el holandés se mete en la pelea por un triunfo improbable, pero posible. No es tan fácil adelantar en el Templo de la Velocidad, el efecto del DRS se reduce con alerones traseros tan raquíticos. Y McLaren aquí no es imbatible.
Piastri completó el top-3 y apeó a Ferrari de los puestos de honor. Leclerc sale desde la segunda fila y el podio sería un premio suficiente, pero Hamilton cae hasta la décima posición porque arrastra una sanción de cinco puestos desde Zandvoort. Su primer domingo vestido de rojo, o azul, en Monza, no amenaza con ser tan satisfactorios como los de Leclerc o Alonso.
Fernando, por cierto, firmó un octavo en parrilla impensable en el garaje de Aston Martin en la mañana del sábado. Desde la Q1 destacó para bien, se agarró como pudo a los rebufos en la recta y progresó sin sufrir hasta el corte decisivo. Clasificó noveno, ganó una plaza por Hamilton, y se regala la oportunidad de puntuar en un circuito altamente esquivo para el AMR25. A la hora de la verdad, siempre está. Stroll fue eliminado en Q1.
Lástima que Williams se eliminara tan bruscamente de esta fiesta con una Q2 defectuosa. Siempre sufren a la hora de calentar los neumáticos blandos y este sábado el factor arrastró a Carlos Sainz tras un viernes en el que ilusionó con el top-5. El español partirá decimotercero con los puntos como objetivo. Suena a poco, muy poco, después de formar parte del top-3 en las dos sesiones de entrenamientos del viernes. Pero los viernes no se reparten trofeos, ni siquiera puntos, y los espejismos duran muy poco en esta Fórmula 1.
Vía As.com