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Montreal 1990 y cuando una tapa de alcantarilla termina en una bola de fuego / Vídeo

El español Pareja sufrió un accidente que pudo costarle la vida cuando la tapa de una alcantarilla entró en su Porsche y provocó su incendio mientras hacía trompos por la pista

“Gracias a que estaba entrando a adelantarle, la tapa chocó en la parte en la que no iba yo, por eso estoy aquí hoy”. El incidente de Jenson Button en este GP de Mónaco no es desgraciadamente nuevo en el automovilismo. En el campeonato americano Indycar, en trazados urbanos, más de una tapa de alcantarilla mal sellada ha saltado por los aires. Pero quizás el episodio más grave al respecto fue el sufrido por el español Jesús Pareja, piloto español que competían en el Mundial de Resistencia, y que pudo costarle la vida en Montreal 1990.

“El accidente vino provocado precisamente por una tapa de alcantarilla que levantó el coche que me precedía” explica a El Confidencial el propio Pareja. “En aquella época los prototipos tenían mucho efecto suelo. La tapa de la alcantarilla saltó por los aires y me la llevé puesta”. Y luego, el infierno.

A partir del minuto 9, el accidente del español.

Como una cuchilla

El circuito Gilles Villeneuve no es un trazado permanente. Como tal, contaba en su día con sistema de alcantarillado con sus tapas en medio de la pista. Normalmente suelen sellarse, pero en ocasiones son succionadas por el efecto ventosa de los coches. Fue lo que le ocurrió con el prototipo que precedía al Porsche de Jesús Pareja.

[Gran susto al volar una alcantarilla sobre el McLaren de Button]

“Justo en el momento en que iba adelantar y salía del rebufo el coche que iba por delante hizo saltar la tapa de la alcantarilla”. A Jenson Button, la plancha le pasó por debajo del monoplaza. A Pareja, la tapa penetró dentro del coche y lo atravesó como una cuchilla. “En aquella época, las medidas de seguridad de los prototipos no eran como ahora, la tapa entró directamente, y tuve la suerte que, al estar moviéndome para adelantar, entró por el lado en el que no iba sentado”. Con todo, un primer golpe de fortuna. Habría otro.

«Lo que más te quema no son las llamas»

La tapa llegó hasta el depósito de gasolina. “Lo rompió totalmente, y la gasolina cayó sobre los turbos. El coche se incendió inmediatamente”. Para colmo, mientras realizaba el adelantamiento, una de las ruedas se metió en el hueco de la alcantarilla. “Era la zona más rápida del circuito, posiblemente íbamos a unos 270km/h. Entonces, al entrar la rueda en la alcantarilla, hice un trompo”. Un trompo con un coche envuelto ya en llamas.

Jesús Pareja, de piloto a promotor pasando por campeón. | El hexágono de  GuadalajaraSecuencia del accidente de Jesús Pareja.

“La verdad es que todo ocurrió muy rápido. Mientras el coche estaba ardiendo, lo único que esperaba es que se parara para poder salir corriendo. Y lo conseguí, me ayudaron los comisarios para abrir la puerta y sacarte lo más rápido posible. Aquello sí funcionó muy bien. Pero fueron momentos delicados, porque lo que más te quema no eran las llamas, sino la temperatura de los vapores”. Pareja salió ligeramente chamuscado. Porque hubo un segundo golpe de suerte.

«De casualidad no tengo la cara hecha un cristo»

Mientras el Porsche daba vueltas, a Jesús Pareja le dió tiempo a pensar en la suerte de un colega. “Por aquel entonces había un compañero mío que poco antes había tenido un accidente, Kriss Nissen. Se había abrasado la cara en un accidente. Todavía hoy lleva todas las marcas, en plena humareda me acordaba de él”. Todo lo que no era casco se quemó en el rostro en quien luego sería máximo responsable de deporte en el Grupo Volkswagen, y jefe de Carlos Sainz al ganar el Dakar.

Durante casi toda su carrera deportiva Jesús Pareja había utilizado cascos abiertos. «En aquella carrera llevaba el casco cerrado por una casualidad. A mi me patrocinaba personalmente Silk Cut. La carrera anterior había sido en Inglaterra, y al quitarle los adhesivos se había estropeado la pintura del casco. Entonces cogí otro que tenía la publicidad puesta». El casco era integral. «Gracias a eso no tengo la cara hecha un cristo».

La carrera quedó suspendida. “Por aquella historia estuvo en vilo la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 de 1990”, explica Pareja. “He estado después en Canadá, he visto que las tapas de alcantarilla, y ya las tienen fuera del recorrido”. Jenson Button fue afortunado en las calles del Principado. Jesús Pareja salvó su vida.

Vía Elconfidencial.com

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