La suerte vuelve a sonreír a Palou y se proclama tetracampeón de la IndyCar en una carrera sensacional

En la vuelta 21 el coche de O’Ward sufrió un problema eléctrico y dijo automáticamente adiós al campeonato

Imatge — Es el tercer campeonato consecutivo del catalán, el cuarto título en cinco años

El ascenso de Alex Palou hacia la cima del automovilismo estadounidense sigue siendo imparable. Este domingo, el piloto catalán ha confirmado su dominio absoluto al coronarse campeón por cuarta vez en la IndyCar, tras una intensa carrera en el Circuito Internacional de Portland. Su principal rival, el mexicano Pato O’Ward, comenzó liderando desde la pole, pero su lucha por el campeonato se desvaneció tras sufrir problemas mecánicos en su McLaren después de su primera parada en boxes. El contratiempo lo dejó fuera de combate, perdiendo nueve vueltas y cualquier opción de victoria.

Con O’Ward fuera de la ecuación, Palou se centró en la carrera, llegando a pelear por el triunfo con Will Power y Christian Lundgaard. A pesar de una estrategia que lo penalizó en la primera parada, logró remontar posiciones y finalizar tercero, asegurando así el campeonato.

Tercer piloto con más títulos de la categoria

Con este nuevo título, Palou iguala los cuatro campeonatos de leyendas como Dario Franchitti, Sébastien Bourdais y Mario Andretti. Solo Scott Dixon (6) y A.J. Foyt (7) superan su palmarés en la historia de la IndyCar. El piloto de Sant Antoni de Vilamajor ha logrado tres títulos consecutivos, un hito que no se veía desde los años dorados de Franchitti entre 2009 y 2011. Su éxito representa un momento histórico para el deporte español, que sigue brillando en una categoría que antes parecía inalcanzable.

Pese a tener el título, Palou ha luchado por la victoria hasta el final

La carrera comenzó con una estrategia dividida: siete pilotos, entre ellos O’Ward, Power y Rosenqvist, optaron por neumáticos blandos, mientras que Palou y otros eligieron los duros. El inicio se retrasó 15 minutos por decisión de la cadena FOX, y en la salida, O’Ward mantuvo la pole sin problemas. Palou, por su parte, realizó una maniobra audaz en la primera curva para colocarse cuarto, siendo el mejor posicionado con neumáticos duros.

La calma duró poco. En la tercera vuelta, Santino Ferrucci se estrelló contra el muro, provocando la primera bandera amarilla. La carrera se reanudó en la vuelta 8, pero un incidente entre Foster y VeeKay obligó a una nueva neutralización. En la vuelta 15, otro choque entre Rasmussen y Daly generó otra bandera amarilla, y con ella llegaron las primeras paradas en boxes de los líderes.

Tras la resalida en la vuelta 21, O’Ward comenzó a experimentar fallos técnicos. Aunque el motor funcionaba, el coche se detenía, obligándolo a reiniciar sistemas sin éxito. Finalmente, entró en boxes, donde perdió múltiples vueltas. Este giro inesperado dejó el título en manos de Palou, quien, lejos de conformarse, buscó la victoria.

Power lideraba con autoridad, y tras las primeras paradas, Palou cayó al 17º puesto. Sin embargo, comenzó a remontar, superando rivales y recortando distancias. En la vuelta 50, se colocó segundo, aunque a 20 segundos de Power. A medida que la carrera avanzaba, Palou siguió acercándose, y en la vuelta 90 ya estaba en plena lucha por el liderato junto a Power y Lundgaard.

Las últimas vueltas ofrecieron un duelo vibrante. Palou presionó a Lundgaard, intentando adelantarlo en varias ocasiones, incluso por el exterior. En uno de esos intentos, acabó fuera de pista tras un contacto que consideró evitable. Finalmente, Power se escapó para lograr su primera victoria del año, Lundgaard fue segundo y Palou cruzó la meta tercero, asegurando su cuarto campeonato de IndyCar.