Sus palabras no corresponden con sus hechos
“Confié en ellos, les dije que no tomaran riesgos. El final es feliz así que estoy orgulloso”, resumió Fréd Vasseur sobre la batalla entre Carlos y Charles. El ‘team principal’ fue el responsable final de que no hubiera órdenes de equipo y eso sienta un precedente. En cualquier caso, el dirigente francés se queda con el alto nivel de Sainz en Monza: “Es el mejor gran premio del año, tuvimos un ritmo fuerte y también la mejor clasificación, porque en Bakú hicimos pole y quinto (y en Italia, pole y tercero). Además, es la primera vez que podemos luchar contra Red Bull. Su ritmo era mejor, pero estuvimos ahí durante una buena parte de la carrera. Estoy además más que contento con Carlos porque lo hizo muy bien. No necesariamente por la clasificación y la carrera sino toda la preparación del fin de semana. Desde la primera vuelta de los Libres 1 estaba ahí”.
El SF-23 se confirmó como la alternativa a Red Bull en los circuitos de baja carga aerodinámica. El coche mostró aptitudes en Bakú, Canadá y Spa que se confirman en Monza con una velocidad punta sorprendente. “El DRS tiene un efecto importante en Monza y la diferencia de ritmo con Red Bull no era enorme. Al menos con Checo (Pérez, segundo). Eso es algo bueno. Después de un fin de semana como este no podemos decir que estemos tan lejos, nos han faltado un par de décimas para mantenerlos delante. Ellos no cometen errores. Yo esperaba poder poner a Max (Verstappen) bajo presión. Volveremos a intentarlo, traeremos más prestaciones para acercarnos a Red Bull y luchar”, dijo Vasseur. Ahora Ferrari adelanta a Aston Martin y ocupa la tercera plaza del Mundial de constructores. Y Sainz consolida el quinto puesto (117 puntos) por delante de Leclerc (111). Lástima que este paquete aerodinámico no se vaya a ver mucho más en lo que resta de temporada.
El fin de semana de Carlos empezó con un abrazo de Binotto, de visita el jueves en el paddock de Monza. El ingeniero suizo fue su primero valedor, pero no es un secreto que Mattia tuvo inicialmente en su cabeza la idea de escoltar a Leclerc como número uno de Ferrari para emular la estructura de Schumacher y Barrichello, o Schumacher e Irvine, que es la que más éxitos dieron a los italianos (y la que suele funcionar mejor en la F1, como Red Bull). Sin embargo, los acontecimientos le hicieron cambiar de opinión. La profesionalidad de Sainz desde que pisó la fábrica, la solidez de sus mensajes, su velocidad y su rumbo para guiar los desarrollos de la fábrica, más el gesto torcido de Charles cuando algo no salió como él esperaba. Aquello Binotto ya lo sabía. Ahora también lo sabe Vasseur.
Vía As.com