Espectáculo en el circuito de los Hermanos Rodríguez
La pole de Norris en México tiene mucho peso en el contexto de la lucha por el título, aunque está envenenada: el embudo de la primera curva tras una recta extenuante propiciará un juego de rebufos que tiende a perjudicar a quien sale primero en este circuito. Y contra todo pronóstico, cuando McLaren y Red Bull ponen todo lo que tienen, es Ferrari la segunda fuerza capaz de luchar por una victoria a la que no han tenido acceso en 2025, y de aumentar las brechas de puntos entre los tres tipos que se juegan el título. Leclerc parte segundo y Hamilton, tercero. En busca de su primer podio de rojo, o algo más. No se verán en otro igual, el motor Ferrari marca la diferencia este fin de semana y han tomado riesgos con la refrigeración. Todo o nada.
Verstappen cayó a la quinta posición con su último intento aunque su jornada no había sido brillante. Red Bull reforzó el ritmo de carrera, puede que lo lamenten este domingo, y habrá tres coches entre Lando y Max cuando se apaguen los semáforos del Hermanos Rodríguez. Peor le fue a Piastri, séptimo en parrilla sin salir de un bucle de resultados irreconocibles por parte del aún líder del Mundial. Cada vez menos.
El sábado de Sainz fue óptimo tras una imponente Q2 (le habría bastado una vuelta para pasar el corte) y una digna Q3. Terminó séptimo, lástima que la inoportuna sanción por el toque a Antonelli en Austin le retrase cinco puestos y le obligue a partir 12º. Aun así lo hará delante de Albon (17º). El Williams tiene condiciones para luchar por los puntos y Carlos está en uno de sus circuitos fetiche, donde hace un año logró la última victoria de su cuenta particular, y de la de Ferrari.
Alonso ciertamente salvó los muebles y saldrá 14º con el noveno coche, parejo con el décimo, en un circuito muy esquivo para los escasos puntos fuertes del Aston Martin. Stroll quedó 19º emparedado entre los dos Alpine, el monoplaza que más sufre en circuitos de motor y alta eficiencia aerodinámica. Los puntos parecen una auténtica quimera para Fernando este fin de semana porque este circuito no facilita carreras locas, sino más bien de supervivencia: a más de 2.000 metros de altitud, las mecánicas sufren por la menor cantidad de oxígeno en el aire. Serán dos horas de esfuerzos constantes para refrigerar todos los elementos y tratar de llevar el coche de vuelta al garaje, sobre todo en el pelotón que lucha por los últimos puestos de puntos. Además la estrategia no abre muchas puertas: Pirelli dispuso un duro muy duro (C2) junto con el C4 (medio) y el C5 (blando), así que, igual que en Austin, puede que muchos equipos intenten estirar las gomas más blandas para evitar un stint extremadamente lento.
Vía As.com

