Subidón de Ferrari con chispazos del mejor Alonso
Si Leclerc pudiera diseñar el calendario de la F1, todas las carreras serían en Bakú. El monegasco logró la pole por tres décimas de ventaja sobre Piastri y cuatro con respecto a Sainz con una última vuelta firme, aunque iba sobrado desde que salió del garaje por la mañana. Es su quinta pole en este circuito en los últimos cuatro años (todas desde 2021 más el esprint del pasado curso). Y a Ferrari se le pone la tarde de domingo en el GP de Azerbaiyán muy de cara: Carlos sale tercero, el coche funciona en los urbanos como Mónaco y en los circuitos con rectas como Monza, así que este híbrido azerí no le va a sentar mal a un SF-24 caprichoso pero competitivo. Es la mejor posición de parrilla del español desde la segunda plaza que logró en la parrilla de Australia, antes de volver a ganar.
Las apreturas de Bakú se cobraron a una pieza de caza mayor ya en la Q1: Norris saldrá a disputarle el título a Verstappen desde la 17º posición de la parrilla en una pista que no ofrece tantas oportunidades de adelantamiento más allá de la inmensa recta. Los McLaren jugaron a pasar con un ‘stint’ largo y solo un set de neumáticos blandos, pero el asfalto mejoró mucho con el avance de la primera sesión y quienes estrenaban gomas al final tenían un extra. Ferrari hizo la misma estrategia con Sainz y el español pasó ese corte por los pelos. Tampoco andaba sobrado Lando este fin de semana, hasta el último entrenamiento no hizo tiempos convincentes, pero en el intento decisivo se fue largo en el piano de la curva 16 y ni completó la vuelta, se fue directo al garaje. Su lucha por el título puede terminar antes incluso de empezar y da la sensación de que McLaren no se ha enterado de lo que tenía entre manos. Ahora se plantean que Piastri ayude a Lando. Eso era en Monza. O en Hungría.
Tampoco fue el día de Max, que cometió un error en su primer intento de Q3 y cedió igualmente en el segundo con respecto a Pérez (4º). El campeón saldrá sexto, por delante de Hamilton. Red Bull estrena un suelo con la cabeza puesta en Singapur y parece que funciona mejor este fin de semana, pero no tanto como para entrar de lleno en la lucha por la victoria.
La jornada dejó igualmente dos héroes inesperados. Uno no tanto: Alonso volvió a hacerlo. Lo que sea que hace. Tras rozar la eliminación en la Q1, regaló una vuelta de genio en la Q2 que le permitió pasar el último corte con el quinto mejor tiempo, un segundo más rápido que el de su compañero Stroll. Y por delante de un Ferrari, un McLaren, un Mercedes y otros tantos coches de la zona media que este fin de semana tienen bastante más que decir que el Aston Martin. Finalmente clasificó 8º, delante de los Williams, y desde ahí correrá este domingo para salvar uno, dos puntos o ninguno, y dar otra lección a los chavales de la parrilla sobre cómo aprovechar al máximo las herramientas que se tienen.
El otro tipo inspirado, por el que pocos hubieran apostado, fue Colapinto. No es uno de esos ‘rookies’ que de pequeños cayeron en la marmita de los test privados con un F1, ni siquiera había pilotado antes en Bakú. Y sí, tiene patrocinadores potentes, por eso está donde está. Pero meterle cuatro décimas a Albon en la Q2 y estar con él, arriba o abajo, durante una de las clasificaciones más tensas de la temporada sitúa al argentino en una nueva escala en esta parrilla. Debutar en Monza es fácil. Partir 9º con un Williams en tu primer GP de Azerbaiyán son palabras mayores. También Bearman (11º) batió a Hulkenberg (14º) con el Haas. A ver si los ‘rookies’ van a abrir las costuras de la clase media.
Vía As.com
Foto @f1