• vie. Abr 26th, 2024

Con Carlos Sainz sin tomar la salida, con Bottas sin atacar y la debacle de Ferrari hicieron de la carrera un tostón infumable

La carrera ya empezó sin alicientes

Faltaban 35 minutos para comenzar la carrera del Gran Premio de Bélgica, cuando el McLaren de Carlos Sainz se paró en la puerta del box, con un extraño humo saliendo por la tata del motor. En pocos minutos, el piloto estaba fuera del monoplaza y los mecánicos echaban una lona por encima del MCL35. No tomaría la salida en el mítico circuito de Spa, que es la segunda vez que le pasa con McLaren (en 2019 se quedó sin potencia en la vuelta de formación y abandonó en la vuelta 1) y la tercera en seis temporadas en la F1.

Pocos alicientes para ver una carrera

Lo de ayer, en concreto, no es nada usual, porque se trataba de un motor que se colocó nuevo el sábado en España y tenía poco más de 370 km. de vida. En realidad, tras el abandono de Carlos, y sin el picante que suele poner el domingo en la pista, la prueba pasó a un segundo plano y se convirtió a en un tostón infumable. Hay poquísimos alicientes para sentarse a ver una competición en la que apenas pasa algo reseñable. Es una idea a anotar de lo que sería la F1 en España sin nuestros pilotos. Por suerte, en 2021 tendremos a dos de ellos.

Desde 1999, cuando debutaron en el Gran Circo Marc Gené y Pedro de la Rosa, España siempre ha tenido al menos un piloto en la máxima categoría, que a veces fueron dos (Con Alonso y Pedro de La Rosa o Jaime Alguersuari) y hasta tres cuando llegaron Carlos y Roberto Merhi. La ilusión suficiente involucrarse en la competición y seguir cada detalle. Ayer, sin Sainz en la pista, todo eso se evaporó.

Unos 36 puntos perdidos

Un añadido a la mala suerte de Carlos, que tras Estiria, Hungría y Silverstone, suma una cuarta desgracia en siete citas de 2020. Podría haber luchado perfectamente por el cuarto puesto con Albon y Ricciardo. Con el séptimo puesto final de Lando Norris (salió décimo) el inglés suma seis puntos más para un total de 45 por los 23 de Sainz, cuando el ’55’ debería estar claramente por delante en el Mundial, tras haber perdido unos 36 puntos por averías, errores en boxes de McLaren y el reventón de Silverstone.

Y es cierto que Lewis Hamilton sigue haciendo historia, en un día en el que sumo su triunfo 89 en la F1, con lo que se sitúa ya a sólo dos de las 91 de Michael Schumacher. Ahora llegan las pruebas de Monza y Mugello, por lo que podría igualar al Kaiser en uno de los dos circuitos Ferrari con los que logró sus mejores éxitos el germano.

Bottas no ataca nunca

Pero cuando se vio la salida y Valtteri Bottas parece más preocupado de protegerle que de ganarle la posición y Max Verstappen no puede oponer nada a un dominio incontestable de los coches de la estrella, ya estaba todo el pescado vendido en una vuelta. Y el mismo podio de siempre, donde sus tres integrantes han estado en la ceremonia en cinco de las siete citas de 2020. No hay quien se trague otra vez el mismo trenecito durante otros 300 km.

La debacle de Ferrari no ayuda

El hundimiento de Ferrari tampoco ayuda. Charles Leclerc hizo una primera vuelta d ensueño, en la que remontó del 13º al octavo, pasando a Norris o Checo Pérez entre otros. En sólo seis vueltas, sus rivales le habían devuelto al 12º. Luego, una mala parada en su coche, donde le tuvieron que ajustar las válvulas del hidráulico, le dejaron 14º final, por detrás de Sebastian Vettel. El año pasado, el monegasco fue primero y su compañero segundo en esta pista. Había alternancia algunos días.

Sólo Renault con el cuarto de Ricciardo y el quinto de Ocon rompieron la ley no escrita de esta temporada.

Vía Marca.com

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