Victoria cumbre de Verstappen en Interlagos después de salir 17º en un domingo pasado por agua. Deja sin opciones a Norris (6º)
Fue puro talento, pura magia en unas condiciones extremas. Una remontada que vale más que muchos títulos del mejor piloto de esta parrilla. Un auténtico homenaje a Senna del yerno de Piquet, y a la torcida de Sao Paulo, y no las vueltas tribuneras de Hamilton con el MP4/5B. Verstappen cuajó la mejor faena de su carrera con la victoria en un domingo encharcado de cabo a rabo, salió 17º, adelantó en la pista a todo lo que se encontró sin utilizar el DRS, tuvo su golpe de fortuna con la bandera roja pero luego le sobraron bemoles para lanzarle el coche a Ocon en busca de un triunfo que pronto valdrá cuatro títulos. En el día de Norris, que salía desde la pole, ganó ‘Mad Max’. Pero no fue la versión desmedida y macarra del holandés, sino una lección de clase. Una auténtica obra maestra que se recordará por mucho tiempo.
Que era un día extraordinario lo sabían los 110.000 asistentes al Autódromo José Carlos Pace. La clasificación se celebró a primerísima hora, 7:30 de la mañana, y la carrera se adelantó a las 12:30 para salvar lo peor de la lluvia prevista. Max anduvo escaso de fortuna en esa clasificatoria porque una bandera roja le eliminó en la Q2 y le condenó a la zona de la parrilla en la que los más torpes tienden a accidentarse. A cambio, un fiable Norris amarraba la primera plaza.
Pero la carrera fue otra cosa. Russell pasó a Lando ya bajo los semáforos, confirmando una vez más que las poles del piloto de McLaren no duran una curva. Así que el ritmo de primeras lo marcó Mercedes, porque Norris no pudo ni intentar un adelantamiento. En una vuelta Verstappen ya era undécimo, había ganado varias plazas por los que no tomaron la salida (Albon, por accidente; Stroll por cafrada en la vuelta de formación), pero el resto lo tuvo se lo tuvo que cocinar él. Por ejemplo, a Piastri por el interior de la uno. Sin DRS, a pelo, conviene recordarlo. Solo fue oponente Leclerc, que mantuvo su cuarta plaza hasta que cambió neumáticos.
Tras un coche de seguridad virtual por salida de pista de Hulkenberg (Piastri y Alonso, en posición de puntos, aprovecharon para parar), Russell y Norris cambiaron los neumáticos en la misma vuelta. No debían. Arreció entonces la lluvia, caía fuerte. Lando por fin pasó al Mercedes casi a cámara lenta sobre un firme deslizante. Ocon, Verstappen y Gasly encabezaban el pelotón porque aún no habían pasado por el ‘pit-lane’. La FIA previó lo peor así que mandó salir al coche de seguridad virtual mientras la tormenta cruzaba la pista. Entonces Colapinto tuvo una inoportuna intervención: perdió el coche tras el ‘SC’, se fue directo al muro y se decretó la bandera roja. Regalazo a los dos Alpine, que corren como nadie cuando hay premios a la vista. Y también a Max, que de un golpe, el de Colapinto, se había quitado de en medio a su gran rival.
La primera resalida (vuelta 34) la defendió bien Ocon, que abrió hueco sobre Verstappen. Pero Sainz (entonces 13º) chocó en la curva siete cuando atacaba a Pérez (y abandonó, también tuvo un accidente en la clasificación y salió desde el ‘pit-lane’), así que regresó el Aston Martin Vantage de Bernd Maylander, que no había comparecido en las siete carreras anteriores, y se reagrupó la carrera. A la segunda fue la vencida: Esteban marcó bien los tiempos pero, sobre un asfalto muy difícil, Verstappen apuró por el interior de las ‘Eses’ y abrazó la primera posición. Al mismo tiempo, Norris se salía de pista y caía de la cuarta a la séptima plaza. Alonso sufrió un trompo en esa vuelta cuando era noveno y cayó a la cola del grupo, terminaría 14º. “Termino la carrera por los mecánicos que hicieron un gran trabajo hoy (reconstruyendo el coche tras el accidente de la Q3), pero el rebote es terrible, mi espalda se resiente”, dijo por la radio.
Ya en el ‘rush’ final, Lawson se peleó a sangre y fuego con Pérez (ni que le quisiera quitar el puesto), se establecieron las posiciones y se ampliaron las diferencias. Verstappen se marchó, abrió un hueco de 19 segundos y cruzó solo la bandera a cuadros para interrumpir la sequía (no vencía desde España, once grandes premios atrás) y casi certificar el tetracampeonato. Con la vuelta rápida asesta 18 puntos más a Norris y su ventaja es de 62 puntos con tres grandes premios por delante. Si la conserva en Las Vegas (le vale con 60), aseguraría allí matemáticamente el Mundial. Ocon y Gasly completaron un emotivo doble podio para Alpine en una de sus peores temporadas de los años recientes. Premio a los valientes que siguieron el libro de recetas: cuando llueve mucho, nunca se para. En uno de esos días en los que puede pasar cualquier cosa, unos lo aprovecharon y otros no. Pero no fue una lotería, la pista no fue justa. Ganó el mejor.
Vía As.com
Foto @F1