El español sale segundo tras una vuelta final extraordinaria de Verstappen. Los accidentes y la lluvia final casi llevan al Williams a la pole. Seis banderas rojas. Alonso, 11º
Los errores de piloto también forman parte del espectáculo. El fortísimo viento en Bakú convirtió la clasificación en una auténtica escabechina plagada de incidentes y banderas rojas, y la lluvia intermitente en la Q3 terminó por retorcerlo todo. Carlos Sainz rozó la pole, porque fue quien completó la mejor vuelta antes del accidente de Leclerc, y la leve cortina de agua agudizada por las rachas de viento amenazó con que nadie pudiera rebajar los cronos. Al volver a pista, fue Piastri quien se estrelló, con la última bandera roja de seis este sábado, anulando todos los intentos. Y en el último regreso al asfalto, en unas condiciones complicadísimas, solo Verstappen emergió sobre el resto para batir a Carlos por medio segundo, pero nadie más lo hizo. Así que en un año de vacas flaquísimas y fortuna cuestionable, Sainz parte segundo en Azerbaiyán y luchará por el podio con un Williams que sí puede hacer algo grande este fin de semana.
El español tuvo un golpe de fortuna, sí, pero antes había destacado para bien en todas las sesiones. Superó la Q1 utilizando solo los neumáticos blandos (C6), claramente inferiores a los medios (C5) este fin de semana. En la Q2 sí empleó todos los medios que tenía, así que para la Q3 debió marcar sus tiempos con gomas usadas. No importó, era el primero de la fila de coches gracias a la posición del garaje de Williams y batió en la pista a los dos Racing Bulls antes de que el tortazo de Leclerc, que debía luchar por la pole, interrumpiera la sesión. Y luego Piastri. A la hora de la verdad, apenas el campeón del mundo estuvo a la altura de las circunstancias.
Antes, la Q1 se había alargado durante cerca de 40 minutos con tres banderas rojas y otros tantos accidentes. El primero de Albon, que mordió el muro interior de la curva uno y rompió la suspensión delantera. Después Hulkenberg, tras destrozar el alerón delantero tras acusar una manida racha de viento inesperada. Y por último Colapinto, que tras batir a su compañero perdió el coche, también en la curva cuatro, y golpeó con fuerza las protecciones. Por eso no fue tan difícil salvar el primer corte, solo había dos puestos en juego tras descontar a los accidentados.
Y en la segunda clasificatoria, donde más se acentuó la ventaja del neumático medio sobre el blando, el choque de Bearman interrumpió la sesión y obligó de nuevo a cuadrar tiempos entre accidentes. Hamilton, que utilizó el Pirelli rojo, no sacó prestaciones de un Ferrari que amenazó con mucho más al llegar a Azerbaiyán, y que tenía ritmo de sobra para luchar contra Verstappen y McLaren por la victoria, así que también quedó eliminado. Alonso fue undécimo, mejor de lo que se esperaba con un Aston Martin discreto en este circuito de eficiencia aerodinámica. De hecho se quedó a unas milésimas de salvar el corte del top-10. Ahora el domingo se plantea de otra manera para todos. Y es que Bakú, el urbano más loco del calendario de la Fórmula 1, tiene poco o nada que envidiarle a otros templos del automovilismo extremo como Macao.
Vía As.com
