Tanto Pepe como Alex Dunne, segundo, estan investigados por comisarios, por lo que los resultados estan en ‘standby’
Pepe Martí partió desde la pole en la carrera al sprint del GP de Hungría de Fórmula 2, gracias a su décima posición en la clasificación del viernes. La prueba comenzó poco después de finalizar la tercera sesión de entrenamientos libres de Fórmula 1.
En la salida, el piloto catalán no titubeó y conservó el liderato. Por detrás, su compañero de equipo Arvid Lindblad superó a Alex Dunne para colocarse segundo. Dunne, lejos de rendirse, presionó al piloto de Campos Racing en busca de recuperar la posición, aunque sin éxito. Victor Martins se mantenía cuarto, seguido por Jak Crawford, Luke Browning, Leonardo Fornaroli y Richard Verschoor, los dos últimos líderes del campeonato en ese momento.
La primera vuelta estuvo marcada por un incidente entre Gabriele Mini y Roman Staněk, que le costó al italiano una penalización de 10 segundos unas vueltas más tarde.
Martí no lograba despegarse de Lindblad, y en la vuelta 7 comenzó una intensa batalla por el liderato. El sueco-británico lanzó varios ataques, pero el español se defendió con firmeza, protagonizando un duelo que mantuvo en vilo al muro de Campos Racing.
Mientras tanto, el grupo perseguidor rodaba en formación bajo el efecto del DRS, sin apenas cambios: Martins cuarto, Crawford quinto, Browning sexto, Fornaroli séptimo y Verschoor octavo.
En la vuelta 14, Martí logró sacar a Lindblad de la zona de DRS, dejándolo vulnerable ante Dunne, que se acercó a solo 0.4 segundos. Sin embargo, la distancia entre los dos Campos volvió a reducirse antes de completar el giro.
Poco después, un toque entre Villagomez y Cordeel provocó una breve doble bandera amarilla, al quedar una pieza de fibra de carbono en mitad de la pista.
Mini, ya sin opciones de puntuar, entró en boxes para montar neumáticos nuevos como prueba de cara a la carrera del domingo.
La sorpresa llegó en la vuelta 19, cuando Dunne lanzó un ataque lejano en la curva 1 y superó a Lindblad, colocándose entre los dos monoplazas de Campos con Martí como objetivo principal.
Crawford también se mostró agresivo, adelantando a Martins para situarse cuarto. Justo entonces, el Safety Car hizo su aparición tras el abandono de Sebastian Montoya, cuyo coche se detuvo en plena recta por un fallo mecánico.
Durante el periodo de neutralización, Dunne acusó a Martí de realizar un «brake test», lo que derivó en una investigación por conducción errática y posible infracción bajo bandera amarilla.
El coche de seguridad se retiró al final de la vuelta 25, dejando a los pilotos con solo tres vueltas para decidirlo todo.
En la resalida, Martí mantuvo el liderato, Lindblad se defendía de Crawford, y Browning superó a Martins en la lucha por el quinto puesto. Fornaroli y Verschoor protagonizaron una batalla intensa por la séptima plaza, que finalmente fue para el italiano.
En la última vuelta, Crawford logró adelantar a Lindblad y se subió al tercer escalón del podio. Por delante, Martí resistió los embates de Dunne y cruzó la meta con apenas 0.2 segundos de ventaja, firmando una victoria emocionante y muy trabajada.
