La logró en el Gran Premio de España 2013
El 12 de mayo de 2013 Fernando Alonso logró una de sus mejores victorias en la Fórmula 1, la 32ª y última de su carrera deportiva, y además en España, vestido de rojo Ferrari, un año en el que terminaría lejos del título tras ser subcampeón en 2012, pero donde volvió a dejar muestras de su clase.
Desde 2006, entonces con Renault, se le resistía la victoria en el trazado catalán, y fue la tercera en suelo español con la de Valencia (Gran Premio de Europa) de 2012.
La victoria de Fernando derribó entonces todas las estadísticas, que indicaban que nunca había ganado nadie en Montmeló partiendo más allá de la tercera posición. Fernando era quinto, pero ya avisaba el día anterior que su ritmo de carrera era superior a todos. Solo necesitaba tener aire limpio para demostrarlo y una buena salida. «En realidad, una buena estrategia y un milagro», decía.
Y la salida y las primeras 14 vueltas, fueron para enmarcar. Fernando se deshizo de Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton en un portentoso exterior en la curva 3, lo que le ubicó tercero a las primeras de cambio. Tras la primera parada en la vuelta 9, realizada un giro antes que Vettel, que era segundo, Fernando pasó por los pelos a alemán al regresar a pista, y heredaba la segunda plaza. El plan salía a la perfección y se cerraba aún mejor en el giro 14 cuando adelantaba a final de recta con DRS a Nico Rosberg, que apuraba el liderato lo que podía con sus ruedas destrozadas.
Alonso era líder antes del primer tercio de carrera, pero no tenía la victoria en la mano. Vettel se autodescartaba por la victoria intentando hacer solo tres paradas, estirando su primer stint y dándose cuenta tarde, cuando había perdido mucho tiempo, que no podía aguantar en pista con un juego menos. Felipe Massa, que partía noveno y realizó una gran carrera, pudo incluso con el alemán en el tramo final de la carrera sacándole del podio y apretando la clasificación del Mundial.
La pelea por la victoria la tenía Fernando con Raikkonen, ya que el finlandés iba claramente a una parada menos y, por tanto, gozaba de 15 segundos virtuales de ventaja. Alonso se empeñó en rodar como un reloj y con aire limpio logró pronto ese margen de 18 segundos que le aseguraba seguir líder pese a tener que parar una vez más. A lo largo de las diferentes paradas se mantuvo la ventaja, aunque Raikkonen era brevemente líder en algunos momentos al ir a estrategia cambiada. La sorpresa era verle rodando casi toda la carrera con el compuesto blando, síntoma inequívoco del excelente cuidado que tiene de los neumáticos ese monoplaza.
Fernando aseguró la victoria adelantando al de Lotus en el giro 39, al final de recta, lo que le volvía a colocar primero cuando le restaba una parada a cada uno. Ya no había estrategia distinta ni pelea en el reloj, la pelea en pista era para Alonso. La última parada de Alonso en el giro 49 le colocó a su regreso ocho segundos por delante de Kimi, suficiente para que el español rodara con calma en las últimas vueltas con el último juego de neumáticos duros.
Con esa victoria, celebrada de forma apoteósica en las gradas por los 95.000 aficionados presentes, muchos entregados a Fernando desde antes del inicio, el español recuperaba posiciones en el campeonato y dio la vuelta de honor con la bandera de España dando las gracias por al radio al equipo y también a Felipe Massa que hizo un magnífico trabajo. Lo celebró con su familia, algo no muy habitual, en la que sería la última foto de triunfo del español.
Vía Marca.com
Advertisement
