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La Fórmula 1 de color de rosa

mujeres-en-la-f1[1]Verlo todo de color de rosa no siempre es bueno. ¿O sí? La Fórmula 1 es una de las escasísimas especialidades deportivas que no hace ninguna distinción ni segregación por sexos. Aun así, en más de sesenta años de Fórmula 1, sólo cinco féminas han participado en un Gran Premio. Susie Wolff, de Williams, será la única mujer en 2013. ¿Será también la primera en correr 37 años después de que lo hiciera Lella Lombardi?

- Susie Wolff en el box de Williams

Cinco mujeres han participado en un Gran Premio.

Sólo dos han tomado una salida.

Entre todas suman medio punto.

Susie Wolff quiere que el automovilismo cambie.

 

SUSIE WOLFF, LA PROMESA

Vestida con el mono oficial, al lado de los pilotos oficiales y presentando el coche oficial de 2013: Susie Wolff mostraba su amplia sonrisa a los medios de comunicación en la ceremonia de inauguración del FW35, el Williams que competirá esta temporada en Fórmula 1. Sólo un pequeño detalle: Susie no tiene la superlicencia que la permitiría competir en la máxima categoría automovilística: "Pero está cerca", asegura la piloto de 30 años.

Su meta para esta temporada es conseguirla. De momento se contenta con poner el bólido a punto. Y es que nada en la Fórmula 1 es fácil, y menos para una mujer: antes que ella, sólo cinco participaron en algún Gran Premio. Y entre todas sólo suman medio punto. Una balanza muy desequilibrada si tenemos en cuenta que por las pistas de la máxima especialidad han pasado más de 800 pilotos varones. Quizá sea el momento de empezar a cambiar la historia. Al menos eso es lo que quiere Susie.

 

MARÍA TERESA DE FILIPPIS, LA PIONERA

Susie es la última. Y María Teresa de Filippis, la primera. Pues aunque Elizabeth Junek ya compitió en los años 20 (con un éxito bastante mayor), Maria Teresa fue la primera en lo que hoy conocemos como Fórmula 1. La italiana de Nápoles, asentada en una familia adinerada, estaba acostumbrada a las monturas de equitación. Pero sus hermanos dudaban de su velocidad al volante, y la desafiaron a demostrarla. Ni corta ni perezosa, el 17 de mayo de 1958 se inscribió en el Gran Premio de Mónaco. Pero no tuvo suerte: fue una de los quince pilotos que no lograron el tiempo necesario para clasificarse para la carrera.

Maria Teresa de Filippis

En sus manos tenía un Maserati 250F privado muy especial: era el mismo que llevó a Fangio a ganar su quinto campeonato mundial la temporada anterior. La de aquel sábado en las calles monegascas fue una dura jornada para todos: sólo la mitad de los inscritos el sábado pudo marcar un tiempo mínimo necesario para correr la carrera. Entre los que se quedaron fuera estaba un tal Bernard Ecclestone a los mandos de un Connaught-Alta. Fue la primera y única carrera del actual jefe ejecutivo de la Fórmula 1 como piloto en la máxima especialidad.

 

LA PRIMERA EN VER LA BANDERA DE CUADROS

Maria Teresa fue algo más allá: esa misma temporada, en Bélgica, pudo tomar la salida desde la decimonovena (y última) posición. Desde luego no acaparó las fotografías como lo hizo Tony Brooks al ganar la carrera con su Vanwall, pero su décimo puesto a dos vueltas del ganador le supuso un pequeño hueco en la historia de este deporte: la primera mujer en tomar parte en una carrera, y también de terminarla. Algo nada desdeñable en una época en la que la mujer luchaba duramente por conseguir derechos básicos en la sociedad que todavía no poseía.

Justo detrás de ella, el español Paco Godia se retiraba con problemas en el motor de su Maserati. Otros nueve competidores tampoco lograron llegar a la meta. Desde entonces, la italiana sólo pudo completar 63 vueltas más en Fórmula 1: seis en Portugal (rotura de motor tras ser 15º en la parrilla) y 57 en Italia, delante de su público (se clasificó 21º en la parrilla y abandonó por avería del motor). En Monza, trece monoplazas más se retiraron antes de la bandera de cuadros, y si el Maserati de Maria Teresa (último coche en abandonar) hubiera aguantado algunas pocas vueltas más, se habría clasificado en octavo lugar (sólo llegaron siete coches a la meta).

 

DE PILOTO A MADRE

La de Monza, delante de su público, fue la última carrera de Maria Teresa, pues aunque en 1959 iba a correr con Behra-Porsche (y de hecho se inscribió en Mónaco, aunque no compitió), una serie de trágicos accidentes en los que perdió a varios amigos (incluido Jean Behra, fundador de la escudería que la había fichado) le hizo replantearse su vida profesional y personal: abandonó la competición, se casó al año siguiente y formó su propia familia fuera de los circuitos.

Pero la pasión por este deporte la hizo regresar como miembro del Club International de Antiguos Pilotos de Grandes Premios, del que fue vicepresidenta en 1997, y su amor por Maserati culminó en la presidencia del Club de la marca italiana. Aunque terminó siempre la última en todas las clasificatorias en las que participó y nunca logró un solo punto, a Maria Teresa se la recuerda como una pionera que atravesó un camino duro y difícil para las mujeres: el automovilismo de alta competición. ¿Y su pequeña rencilla con sus hermanos? Ella asegura que Juan Manuel Fangio la riñó en una ocasión: "Vas demasiado rápido".

 

LELLA LOMBARDI Y MONTJUÏC

Tuvieron que pasar quince años hasta que otra mujer irrumpiera en Fórmula 1, aunque de nuevo sin mucha fuerza: en julio de 1974, la italiana Lella Lombardi no pudo llevar su Brabham-Ford BT49 a la parrilla de salida del Gran Premio de Gran Bretaña al no marcar el tiempo mínimo necesario. Pero el año siguiente se presentó en Sudáfrica con un March-Ford 751 dispuesta a continuar e incluso mejorar los pasos de su predecesora y compatriota, Maria Teresa.

Lella Lombardi

Esa temporada la disputó completa, aunque la última carrera lo hizo a los mandos de un Williams-Ford. Su mejor clasificatoria fue un 17º lugar en Bélgica. Pero, lo más importante, logró ser la primera (y hasta la fecha, única) mujer en puntuar en un Gran Premio. Fue en España, en el urbano trazado de Montjuïc, durante un complicado fin de semana en el que la seguridad (o la falta de ella) fue la comidilla de los pilotos: las quejas por la precariedad, a juicio de los competidores, de las instalaciones del autódromo temporal (especialmente por las vallas de protección de metal) desataron la indignación.

El viernes los pilotos se negaron a correr, y la amenaza llegó hasta el sábado. Pero entonces los organizadores ejercieron una gran presión advirtiéndoles de que cometerían incumplimiento de contrato si no saltaban a la pista, por lo que el Gran Premio continuó tras un arduo trabajo durante toda la noche para reforzar los guardarraíles de seguridad.

 

MEDIO PUNTO EN MEDIO DE LA TRAGEDIA

El domingo seguía la tensión entre los organizadores y los pilotos pese a las mejoras en las protecciones metálicas. Emerson Fittipaldi dio un par de vueltas lentas y se quejó visiblemente; decidió abandonar el circuito antes de darse la salida. Esta se produjo no sin complicaciones: un accidente múltiple en la primera vuelta afectó al favorito, Niki Lauda, y a Mario Andretti, Vittorio Brambilla y Clay Regazzoni. La carrera prosiguió con más accidentes de menor consideración, y con un oportuno Jochen Mass aprovechándose de las situaciones para hacerse con segundo lugar.

Lella también se aprovecharía de las situaciones y se mantenía en posiciones bastante aventajadas pese a haber arrancado 26ª en la parrilla. Su March-Ford aguantaba las duras condiciones del peculiar trazado español en la sexta plaza, lo que le valdría un punto cuando viera la bandera de cuadros. Pero en la vuelta 26ª se produjo la tragedia: el alerón trasero del Embassy Hill-Ford de Rolf Stommelen, que era el líder, se desprendió en una de las zonas más rápida del circuito: la Rasante justo después de la línea de meta. El bólido impactó contra las protecciones al perder la carga aerodinámica, y en su vuelco arrolló a cinco personas, que fallecieron, e hirió a otras diez.

El piloto quedó gravemente herido aunque salvó la vida. La carrera se suspendió, y se otorgó la mitad de los puntos al no completarse el tanto por ciento de la carrera mínimo. Al llegar sexta (a dos vueltas de Jochen Mass, que consiguió su primera y única victoria en Fórmula 1), Lella obtuvo medio punto. Ese medio punto sigue siendo el único que ha logrado una mujer en la Fórmula 1. Y aquel Gran Premio trágico, el último disputado en Montjuïc.

Davina Galica

EL CEREBRO, LA CLAVE

Tras Lella, ninguna otra mujer ha tomado una salida en Fórmula 1. Pues aunque el relevo lo cogió en 1976 Davina Galica, como vimos en nuestro segundo "Túnel", no logró nunca clasificarse. La sudafricana Desire Wilson lo intentó también, esta vez con un Williams-Ford, en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1980, pero igualmente falló.

Trece años después, otra italiana probó suerte tres veces: Giovanni Amati, en los grandes premios de Sudáfrica, México y Brasil de 1992 a los mandos de un Brabham; siempre, sin éxito. Poco después de la carrera inaugural de la temporada de 1992 se supo que Lella Lombardi, a sus 51 años, había fallecido a consecuencia de un cáncer. Una triste noticia que parecía augurar el final de las mujeres en las carreras: con la retirada de Giovanni Amati de la Fórmula 1, el 4 de abril de 1992, ninguna ha vuelto a participar en una sesión clasificatoria de Fórmula 1. Son más de veinte años de ausencia.

 

SE BUSCA REFERENTE

¿Es la Fórmula 1 lugar para las mujeres? Por qué no: con sólo cinco intentos es difícil hablar de un fracaso del sexo femenino. Faltan candidatas. Es cierto que resaltamos estas trayectorias profesionales (que pasarían desapercibidas si fueran de varones) simplemente porque fueron féminas. Pero Susie Wolff está convencida de que estos fracasos no fueron tales simplemente porque todas ellas fueran mujeres: "La gente cree que entrar en Fórmula 1 sólo es difícil para las mujeres, pero hay muchos hombres que lo intentan y no lo consiguen", aseguró recientemente a la BBC.

Entonces ¿por qué esta gran diferencia entre mujeres piloto y hombre piloto? Para Susie hay una falta clara de motivación y de pasión en las jóvenes: "El principal problema es que las pilotos no tienen un punto de referencia, mientras que cualquier chico quiere ser Sebastian Vettel. Es difícil ser mujer en un mundo de hombres". Pero, en el aspecto puramente deportivo, no tiene por qué haber diferencias entre sexos para lograr éxito; es al menos lo que asegura el doctor Ricciardo Ceccarelli, que trabaja en Formula Medicine, una clínica especializada en preparar a los pilotos de Fórmula 1: "Hay una gran incultura en la Fórmula 1: muchos pilotos se preparan físicamente y descuidan la concentración mental", asegura. "Uno necesita músculos fuertes. Pero una vez se alcanza esa musculatura, no se puede progresar más, y entonces hay que mejorar la resistencia, que hace que el corazón se agrande y bombee más sangre al cerebro para que pueda desarrollar mejor las complicadas tareas de un piloto en la cabina".

 

MÉRITOS PROPIOS

Fotografías, expectación, ilusión… El 17 de octubre de 2012, la escocesa Susie Wolff, piloto de desarrollo de Williams, hacía realidad su sueño al ponerse al volante del FW33 de la escudería inglesa en la pista de Idiada (España) para una exhibición. Este año probó el FW35 antes que nadie, antes incluso de que se presentara oficialmente, y seguirá aspirando a un asiento oficial. ¿Publicidad? Eso dicen las malas lenguas: el hecho de que sea mujer rentabilizará su presencia aun sin tener la superlicencia.

Pero Susie no lo acepta y se defiende aludiendo el prestigio de la escudería inglesa: "Williams no pone a nadie en un coche suyo sólo para hacer publicidad". Ella misma quiere tumbar el tabú de la mujer en la Fórmula 1, un deporte tradicionalmente dominado por el género masculino: "Hay prejuicios en el automovilismo, pero está cambiando poco a poco. Una mujer tiene que entrar por méritos propios; si no, no durará", reconoce.

 

MARÍA DE VILLOTA, LA MUJER MÁS RÁPIDA DEL MUNDO

Wolff fue la primera en catar el FW35 en el circuito de pruebas de Idiana, Tarragona. Ella dio los primeros kilómetros a la nueva arma de Williams que pilotarán Valtteri Bottas y Pastor Maldonado: "Mike Coughlan y su equipo han hecho un gran trabajo. Ser la primera en sentarse a los mandos del coche ha sido un honor de verdad. La sensación de salir del garaje y completar sus primeros kilómetros fue especial".

Esta primavera la BBC2 estrenará el reportaje "La mujer más rápida del mundo", en el que Susie será la protagonista tras meses de intenso rodaje. A su propia manera, María de Villota también es la mujer más rápida del mundo: ha conseguido la renovación de su carné de conducir siete meses después de su gravísimo accidente en el que perdió un ojo. No ha sido una carrera fácil: sufre dolores de cabeza y el cansancio le pasa factura cuando se esfuerza más allá de lo normal. Pero en su propia carrera (en la que además está colaborando con diversas actividades humanitarias) tendrá la Pole, la vuelta rápida y, cómo no, su propio trofeo. Y es que, aunque de momento los números digan lo contrario, a la Fórmula 1 le sienta bien el rosa.

Vía cdthef1.com
 

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