Ver desmoronarse en Alemania a Kvyat es una escena rara en Fórmula 1, un ambiente de egos, presión, frialdad y con mentalidades aparentemente indestructibles
“Ahora no veo ninguna solución. El viernes, por primera vez en mucho tiempo, creíamos que teníamos un buen coche, pero todo se ha ido y no me siento cómodo. No sé cuándo fue la última vez que me sentí bien en el coche. Tengo que trabajar para sentir más confianza en el coche. Nunca tenemos todo bien para ponerlo junto. Lo estamos perdiendo todo. Todo el mundo tiene rachas complicadas y yo estoy en una de ellas. Si estás bien todo sale, si no, simplemente mueres”, reconocía el joven ruso de Toro Rosso en castellano, quien en el mismo corralito, esta vez en inglés, respondió de esta manera cuando le cuestionaron si necesitaba ya el parón de agosto: “Creo que necesito algo más que un descanso de verano, pero está bien. Gracias”. Y se marchó compungido.
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Formula 1 ✔@F1
Daniil Kvyat hardly knows what to say after finishing 19th in#Quali…
17:15 – 30 jul 2016
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Las redes sociales se hicieron eco del personaje que había terminado en el puesto número 19 por su llamativa reacción. Decaído, abatido y mostrando la cara más amarga del deporte anímicamente. Depresivo, Daniil no tenía fuerzas ni para encontrar algún aspecto positivo al que agarrarse para salir del pozo en el que se metió desde que Red Bull (Helmut Marko) le bajó del primer equipo a Toro Rosso. En su box tienen trabajo, y no solo en el monoplaza. Deben volverle hacer creer que es el mejor piloto de la parrilla, como así lo piensa cada uno de sus rivales.
Las redes quieren darle un “abrazo”
La palabra “abrazo” es la más repetida cuando los comentario de los aficionados en la red se refieren a este políglota -habla cinco idiomas- nacido en Ufá (1.300 kilómetros al este de Moscú). Le sigue otra: “Pena”. Es una situación extraña y ya se vio que no la entendía al terminar su participación en clasificación, tal y como se refleja en la conversación con su ingeniero:
– "¿Dónde estamos?".
– "Estamos fuera".
– "¿Y Carlos?".
– "Carlos, P12".
– "No lo entiendo. ¿Qué está pasando?".
Hace dos años, cuando Marko decidió ascender a Kvyat a Toro Rosso, indicó que era “una mezcla entre Vettel y Raikkonen” y le daba “ocho carreras para estar a la altura de Vergne”. Su actuación en aquel 2014 y la marcha de Vettel sirvió para que el año pasado subiera a Red Bull, donde terminó por encima de un Ricciardo con más experiencia, pero que en la segunda parte del campeonato tuvo demasiados problemas con su coche. Este 2016, hasta que se le descendió en el GP de España, fue el único piloto energético en subirse a un podio, el de China. Pero justo después llegó Rusia y su inexplicable accidente al inicio precipitó que Marko ejecutara el contrato que tenía firmado con Max Verstappen para subirle a un coche 'top'. Entonces, Kvyat pasó a ser “inconsistente, y sin aguantar la presión de Ricciardo”.
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Daniil Kvyat ✔@Dany_Kvyat
A bit going on lately but hard work continues & I keep on pushing hard! Life's good. Thanks for your kind messages!
18:39 – 27 jun 2016
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“No me dio ninguna explicación”
“Fue un 'shock' al principio. Estaba en el sofá, viendo una serie en el ordenador, y Helmut Marko me llamó. Durante 20 minutos estuve preguntando las razones del cambio, pero no me dio ninguna explicación y cuando terminé me fui a la cama… a seguir viendo la serie, 'Juego de Tronos'”, relató en la sala de prensa de Montmeló, con gesto serio, entre su 'verdugo' holandés y el español al que no ha podido superar todavía.
Al palo anímico que supone esta patada de Red Bull -es la antesala de la puerta de salida de la F1 por parte de los austriacos- se ha unido que se ha encontrado en Toro Rosso con uno de los pilotos en mejor forma de toda la parrilla -Sainz a una vuelta parece intratable- y con la mala suerte de haber tenido que abandonar en cuatro de las siete carreras con los de Faenza, no habiendo tenido ningún fin de semana limpio. Como él mismo señaló en Hockenheim: “Nunca tenemos todo bien para ponerlo junto en el coche”.
El Kvyat normal es piloto para la Fórmula 1
Kvyat se ha ganado el respeto de la parrilla. Daniil se presentó a los 19 años en el Gran Circo tras vencer la GP3 en 2013 y adelantar por la derecha en este camino a Sainz. En Toro Rosso no decepcionó, como tampoco en su primer año con Red Bull y cuando ha regresado a la escudería de Faenza, el entorno de Sainz esperaba tener a un correoso rival que siempre “da la vuelta a cualquier situación negativa”. Ahora es de que dé una vuelta a su 'cabeza'.
¿Le ha pesado demasiado el hecho de que la posibilidad de continuar en F1 de la mano de Red Bull sean mínimas? Contando con este domingo, Kvyat dispone de diez carreras para llamar a las puertas de otro equipo, aunque para ello lo primero es salir del pozo en el que está metido.
“No es ningún secreto que en septiembre del año pasado comencé a visitar a un psicólogo, algo que me fue muy bien. Empecé a ir porque fui lo suficientemente listo como para pensar que necesitaba ayuda. No es un signo de debilidad, es una fortaleza. Siempre puedes mejorar y es por eso que aún trabajo con ella una vez a la semana, ya sea por teléfono o en persona. Ha trabajado con atletas de primer nivel, la mayoría de campeones olímpicos franceses. A veces hablamos de unas cosas, a veces de otras… depende de dónde estés y de qué necesites trabajar”.Romain Grosjean sabe perfectamente lo que es salir de un profundo agujero. Lo hizo a finales de 2012 con ayuda de una profesional y en poco tiempo volvió a enseñar su velocidad en un circuito. La única diferencia del caso francés con la del ruso es que Romain recibió confianza y mimos desde su casa, Lotus… contrasta con la aspereza que transmite Red Bull. Quizás se ablande el corazón de sus jefes o encuentre el cariño en otro sitio para que vuelva a sentirse Daniil Kvyat, porque cariño -como los fans le están demostrando-, no le va a faltar. Como el propio Daniil indicó este sábado: "Soy joven y creo que encontraré las respuestas pronto".
Via Elconfidencial.com