Mercedes tiraniza, Ferrari horroriza
No sólo fue el impresionante espectáculo el que ofrecieron las flechas plateadas, con un mano a mano entre dos pilotos de trayectorias casi paralelas y amigos desde la infancia. Fueron una serie de encuentros y adelantamientos que hacen volver a creer en este espectáculo deportivo.
Sergio Pérez logró un podio tras batir en buena lid a Hulkenberg, su compañero de equipo. Y Ricciardo se marcó la remontada del día. Acabó cuarto, humilló a Sebastian Vettel y al fin puntuó de forma resplandeciente.
Que decir de Alonso y Ferrari. El asturiano se comió a Raikkonen en la salida e intentó progresar, pero un F14-T extremadamente lento acabó por desesperarle. También sufrió pérdidas de potencia como en la calificación. La estrategia tampoco ayudó. Un 'safety car' a falta de 16 vueltas para el final fue una invitación a poner un último juego de gomas. Parecía una buena elección, pero el coche de seguridad se prolongó por cinco en pista, con lo que benefició a los que no entraron y pudieron llegar hasta el final sin cambiar neumáticos.
Allí les pasaron los dos Red Bull, que no parecían invitados a la fiesta hasta entonces. Los italianos afrontan unos test esta semana en este mismo trazado en el que traerán todo lo que puedan para intentar salir del agujero en el que se encuentran. En Sakhir también fueron muy mal en la degradación de los Pirelli. Nada funcionó.
Volviendo a los protagonistas del día. Rosberg se encontró en el tramo final pegado a Lewis y con gomas blandas, en teoría mejores para sobrepasarle. Lo intentó a ley y tiró hachazos impecables a los que el inglés, maestro en el cuerpo a cuerpo, respondió con lo mejor de sus habilidades. La victoria es justo premio. Nico aún aguanta en el liderato del Mundial, por 11 puntos, gracias al 0 de Hamilton en la primera prueba. El título es cosa de estos dos pilotos, sin ninguna duda.
Vía Marca.com