El bicampeón habla en Zandvoort: “Ese es el secreto para poder seguir tantos años en la F1. Yo elijo cuándo llego a un equipo y cuándo me voy″
—¿Cuánto le importa convertirse en el piloto con más grandes premios de la historia de la Fórmula 1?
—¿Cuándo es esto?
—Faltan dos carreras
—¿Cuántos son?
—350.
—Pues ya ves que no me resulta muy importante. Pero bueno, sabía que iba a llegar este año en algún momento. Es un registro que refleja mi pasión por el deporte y los años que he estado aquí, incluso después de haber pasado dos años fuera. Aun así, no es muy importante.
—Es quizás uno de los pocos récords de piloto, porque las victorias, poles o títulos dependen más del coche…
—Sí. Pero necesitas la confianza de muchos equipos durante muchos años para que crean en tus posibilidades y para poder competir en la Fórmula 1. Siempre dependerá del coche, si no tienes buen coche nunca vas a estar tantos años. Pero sí es un récord que refleja el trabajo y el sacrificio del piloto.
—Este verano hemos visto equipos que interrumpen el contrato con un piloto, cláusulas de rendimiento… ¿cómo se sobrevive dos décadas en el ‘paddock’?
—Teniendo la libertad de elegir tú lo que quieres hacer, de ser el dueño de mi destino. He tenido el privilegio y la suerte de poder elegir cuándo llegaba a un equipo o cuándo me iba. Y este es, un poco, el secreto para seguir tantos años. Cuando le debes mucho a un equipo, o entras en un equipo y te subes a un coche por algún tipo de enchufe o amiguismo, o por la aportación de un espónsor, o de lo que sea, es posible que tengas una fecha de caducidad más temprana. Yo he tenido la suerte de no depender de tanta gente.
—¿Qué cláusula de rendimiento se pone a sí mismo?
—La de intentar siempre estar a un nivel bueno comparado con el compañero de equipo, que es casi la única referencia. Intentar conseguir los objetivos que se marca el equipo cada año. Ya sea el top-5 o el podio, o luchar por el campeonato. No cometer errores, sentirme bien, y también dar un extra que salga exclusivamente de mi parte. Muchas veces vas a la reunión de estrategia los domingos, antes de la carrera, y de todas las simulaciones que se hacen por la noche te dan un noveno puesto de previsión. Luego hacer un séptimo o un sexto en esa carrera es un pequeño logro personal que vas haciendo. Siempre soy el más exigente conmigo mismo.
—¿Cree que el piloto ha perdido peso en estos años en comparación con el ‘team principal’? Ferrari se estructuró alrededor de Schumacher, pero ahora eso no sucedería.
—Con Michael sí, porque tenía ese poder. Pero no creo que haya cambiado mucho. Los ‘team principal’ siempre fueron personajes respetados y protagonistas. La tecnología ha cambiado en el mundo, entonces los coches son ahora más tecnológicos y hay más simulaciones, más datos, más sensores. Está todo más estudiado. No es que antes hubiese improvisación, pero salías el domingo a la carrera y a partir de la vuelta quince ya veremos cómo va la cosa. Ahora ya sabes cómo va a ir todo. El mundo han cambiado, pero los ‘team principal’ siguen teniendo ese poder. Antes estaban Eddie Jordan, Ron Dennis, Flavio Briatore. Había gente muy potente.
—¿Qué criterios utiliza para valorar a un piloto rival? No solo los títulos…
—Que no cometan errores, que sean consistentes. Que lleguen a Spa y estén en el top-10 y que lleguen a Zandvoort, un circuito diferente, y estén también en el top-10. Que no tengan muchos altibajos. Eso lo valoro bien.
—¿Se siente el más rápido, o el más inteligente de los veinte?
—(Tarda en responder). Difícil de saber. No sé responder quién sería el más rápido de los veinte. Pero sí que me siento uno de los más completos, no sé si el más completo pero sí uno de los más completos de la parrilla por la experiencia que tengo y por la mezcla de velocidad y conocimientos de la carrera.
—Cuando se le escucha hablar con sus ingenieros durante la carrera, parece que la está viendo por televisión por el tipo de información que maneja…
—Viene de muchos años de carrera profesional. Yo empecé a competir con tres años (en el kárting). Gané el campeonato del mundo de karts con 14 años. Yo llevo 27 o 30 años a un nivel muy alto en el automovilismo cuando los ingenieros que tenemos ahora mismo en el equipo probablemente llevan unos ocho años desde que salieron de la universidad. Es normal que a veces yo tenga más experiencia que ellos.
—De Alonso se recuerdan salidas, remontadas, victorias… ¿y errores de bulto?
—Siempre tienes errores, pero no demasiado obvios. En veintipico años de carrera, no son demasiados. Fuji 2007, ‘aquaplaning’. Spa 2010, toqué el bordillo en la curva siete por fuera y me fui para dentro. Hay errores de los que te acuerdas y luego te gustaría repetir la carrera. Pero bueno, esas cosas pasan.
—Los otros grandes campeones de esta generación tienen accidentes bastante célebres (Vettel en Alemania 2018, Hamilton en Silverstone 2021… o Bélgica 2022).
—Sí, los ingleses hablan del ‘awareness of the volumes’ para la salida, la capacidad de tener el conocimiento de dónde están los coches a tu alrededor y qué espacio de la pista ocupan en ese momento. Igual, en ese sentido, sí que tengo más desarrollada esa capacidad; y menos desarrolladas otras cosas.
—¿Cuál ha sido el Fórmula 1 más competitivo que ha llevado en estos casi 350 grandes premios?
—Siempre tienes que mirar el nivel de competitividad con respecto a tus rivales. Así que diría que el Renault de 2006, la primera parte del año tenía el mejor coche.
—Pero nunca ha tenido un coche de diez victorias al año.
—No, nunca.
—Si lo hubiera tenido, ¿seguiría aquí?
—(Piensa). Quién sabe, quizás no. Es una buena pregunta. Recuerdo cuando firmé con McLaren en 2007, había firmado tres años y mi idea era hacer esos tres años y quizás parar, porque había conseguido ya mucho más de lo que nunca hubiese imaginado. Si llegan a ir bien esos tres años y gano un Mundial más, o dos Mundiales más, igual hubiese parado.
Vía As.com