Ferrari, una vez más, sacrifica a Carlos
La Fórmula 1 existe por domingos como este. Russell conquistó Spa-Francorchamps en una carrera memorable que cualquiera pudo ganar, porque había cuatro escuderías y seis pilotos a menos de diez segundos del líder, y porque Hamilton y Piastri cruzaron bajo la bandera a cuadros en el mismo segundo que el joven inglés. Fue un gran premio a cara de perro entre Mercedes, McLaren, Ferrari y Red Bull que remataron los primeros con una doble estrategia óptima: Russell a una parada, Hamilton a dos, ambos enzarzados hasta la última vuelta en una batalla sin alardes de agresividad, todo hay que decirlo, y un Piastri que dio espectáculo y compenso todas las carencias de Norris cuando la tarde se puso brava. Hay vencedores y vencidos, el podio terminó sin rastro de Ferrari (Leclerc fue 4º y Sainz, 7º), ni Verstappen (5º) ni Lando (6º).
La salida fue fundamental: Leclerc defendió la pole, pero Hamilton se comió a Pérez antes de llegar a la primera frenada y dejó fuera de juego a Red Bull. Por detrás, Norris trazó tan por fuera que pisó la grava y regaló tres posiciones antes de encarar la larguísima subida de Eau Rouge. Qué innecesario y poco oportuno. Sainz era el único con neumáticos duros y la apuesta no salió mal cuando no solo no perdió puestos, sino que los ganó. Verstappen progresaba, pero no arrasaba con todo a su paso como en las dos visitas anteriores a Bélgica, en las que siempre aprovecha para cumplir la penalización de cambio de motor. Hamilton fue igualmente a por Leclerc en la recta Kemmel una vez pudo abrir el DRS (vuelta 3) y el Ferrari empezó a ver la victoria de lejos. Las primeras paradas no alteraron nada, si acaso que Sainz se quedó fuera tratando de estirar la goma dura hasta que lo de ir a una parada empezó a cobrar sentido. Todos pararon alrededor de la vuelta 10, Carlos aguantó el liderato virtual hasta la 20, cuando cambió de duros a medios. Era un ecuador razonable. Ya por la radio le plantearon ir a una parada, porque no era ni mucho menos imposible.
El segundo ‘stint’ fue de calma tensa, iniciado con Verstappen ya delante de Norris tras un ‘undercut’ no defendido por McLaren. Los segundos ‘pit-stop’ llegaron a partir de la vuelta 25; Leclerc tomó la iniciativa con una mala parada (3.4 segundos) que no asustó a Mercedes. Hamilton se cubrió con margen de sobra. Piastri retrasó la suya un puñado de vueltas en busca de esa ventaja de gomas en los últimos instantes de la carrera. En ese contexto, Ferrari eliminó de la ecuación a Sainz. Estaba delante de Hamilton, que le alcanzaba pero le debía adelantar. Tras siete vueltas con el medio, le ordenaron volver a parar. Quizás así no molestaba a Lewis y Leclerc. No hay una explicación lógica.
Los italianos no fueron valientes planteando una estrategia a una parada, pero Mercedes sí. Russell se quedó fuera (había parado antes incluso que Hamilton) con un ritmo bastante digno y haciendo buena una de las famas no reconocidas de Spa: es un circuitazo pero no es nada fácil adelantar, porque con tan baja carga aerodinámica los rebufos apenas marcan la diferencia. Así que Hamilton presionó y presionó, llegó a abrir el DRS en un par de ocasiones, pero no quiso poner en riesgo un doblete imperial de Mercedes con una maniobra innecesariamente agresiva. Tampoco era una amenaza Piastri, igualmente con DRS en la última vuelta, pero lejos. El australiano se libró de Leclerc (Ferrari jugó el mismo partido que los grandes, pero lo perdió) una vuelta más tarde de lo que debía, porque por ritmo y adelantamientos era el hombre del día. Tras el monegasco, Verstappen batió a Norris en su duelo particular. Salió siete puestos más atrás. Y Sainz fue séptimo, en su caso adelantó a Pérez. Pero visto lo de Russell… sabe a poco. Qué gran triunfo del británico, el tercero para él y segundo en 2024. Delante de un siete veces campeón y en una plaza de primera.
Sólidos puntos de Alonso
Alonso volvió a los puntos con un noveno puesto inspirado también en la estrategia del ganador, solo una parada (y 30 vueltas en sus neumáticos duros) para batir a Ocon (con mucha más velocidad punta) y sobre todo a Albon y Gasly, los rivales directos que hicieron dos ‘pit-stop’. Aston Martin sacó la cabeza en un circuito algo más favorable, y Fernando no vio desde tan lejos todo lo que sucedía delante, al menos durante el primer ‘stint’. Si hay esperanza o no, se sabrá a lo largo de las próximas carreras. De momento, todos se marchan a unas merecidas vacaciones.
Sainz séptimo
Carlos Sainz fue sacrificado por Ferrari en una estrategia un tanto absurda, pues alargó mucho con el duro inicial, sólo dio ocho vueltas con el medio central y luego pudo un duro final. Si hubiera hecho una estrategia a una como Russell, podría haber terminado algo más arriba… O quizá hubiera acabado sin ruedas y sin poder atacar a Checo, nunca se sabe.
Vía As.com
Foto @F1