2010 / 60 Aniversario de la Fórmula 1
El 13 de mayo, el Gran Circo cumplirá seis décadas, en las que pilotos y autos se transformaron, sobre la base de sus hazañas y epopeyas, en auténticas leyendas. Todo cuanto sucede en la máxima categoría trasciende en el mundo entero. Fangio fue el argentino que más ocupó el podio de los grandes.
1. En el origen, las invencibles Alfettas
Cada vez que se ejercita la memoria sobre la rica historia de la F-1, emerge como primer campeón en 1950 el doctor en leyes Giuseppe Farina, Nino para todos. Junto con Juan Manuel Fangio comandaban los imbatibles Alfa Romeo, que se apoderaron de las seis carreras europeas de ese año, con tres triunfos cada uno. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Farina ya había mostrado su talento, por eso no extrañó que se alzara con el título.
2. Farina, erguido y con los brazos extendidos
Un sello particular de Farina era su estilo de manejo, con la cabeza bien erguida y sus brazos extendidos, que le permitían un amplio dominio del auto. Con 44 años, cinco más que Fangio, el italiano fue profeta en su tierra en el ‘50, porque se coronó con el último aliento en Monza, perseguido por la Ferrari de Alberto Ascari. Decena de veces había sido hospitalizado por accidentes automovilísticos, pero el del 30 de junio de 1966 (cuando tenía 60 años) el camino mojado como consecuencia de la lluvia le tendió una trampa mortal.
Cuando nace el Campeonato Mundial de Conductores en 1950 se considera como artículo principal en el reglamento que los motores aspirados o dotados con compresor guarden una relación de 3 a 1, por lo tanto el máximo de cilindrada para los primeros era de 4500cc y de 1500cc para los segundos. No había limitaciones en el peso, ni en el carburante, debiendo respetarse el diseño de monoposto.
4. Solo las afamadas 500 Millas, fuera de Europa
Con el Campeonato del Mundo de Conductores puesto en marcha en 1950, únicamente las 500 Millas de Indianápolis (Long Beach) se corrían fuera del Viejo Continente. Esto fue sin interrupciones hasta 1960, con un regreso a mediados de los ’70.
5. Argentina dio el presente a partir de 1953
Cuando la incipiente F-1 ingresó en su cuarta temporada de vida, la Argentina mereció su condición de anfitriona en el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires. Lugares como Costanera, Retiro y Palermo habían sido escenarios de competencias que sirvieron como trampolín.
El 14 de julio de 1951 en Silverstone la escudería Ferrari logra la primera victoria de su historia de la mano de José "Pepe" Froilán González, con una Ferrari 375 y un tiempo de 2h42m18,2s a 154,673 km/h, de promedio, sobre 90 vueltas que representaban 423 kilómetros. Al miércoles siguiente de la carrera, el piloto argentino –por entonces de 27 años– visitó a Don Enzo Ferrari y el Commendatore ya tenía la foto en su escritorio reflejando el éxito e hizo que se la autografiara y le contara con lujo de detalles como había sido aquel inmenso logro.
7. Don Enzo, pionero, pintoresco y muy auténtico
Detrás de sus anteojos oscuros y el cabello blanco que denotaban el paso de los años, Don Enzo Ferrari le había dedicado toda su vida al mundo motor, en especial a los Alfa Romeo. Y tras aquella victoria en Silvestone de 1951, la primera de su cosecha, en la que uno de sus autos vencía a las inigualables Alfettas, lanzó un contundente: “¡Tengo la sensación de haber matado a mi madre!”
8. El palmarés argentino, con un podio bien marcado
Tres pilotos argentinos marcan una considerable diferencia con respecto al resto de sus compatriotas que formaron parte de la elite F-1. Fangio disputó 51 carreras, con 24 victorias y 28 poles; Froilán González, 26 con 2 triunfos, y Reutemann, 146 con 12 éxitos. A los cinco títulos del Chueco (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957) se le deben sumar los subcampeonatos de Pepe en 1954 y del Lole en 1981.
Siempre se recordó como una de las carreras más electrizantes de la F-1. Y si Fangio ya había demostrado mucho, el 4 de agosto de 1957 en Alemania alcanzó su máximo esplendor, a los 46 años y al comando del viejo Maserati 250 F. Sus rivales de Ferrari eran Hawthorn y Collins, de 26 y 28 años, respectivamente. Todo iba bien para el Chueco que estaba puntero hasta el momento de repostar y cambiar ruedas. El operativo se había llevado el doble de tiempo y al volver a pista se encontraba tercero. Con un enorme amor propio se lanzó a la búsqueda de la punta y vuelta tras vuelta acortó la distancia hasta llegar a un punto que aceleró cuando debió frenar y su Maserati literalmente voló por los aires para continuar con asombrosa seguridad la cacería de la vanguardia. Y el título, el quinto , merecidamente quedaba en sus manos
10. Como para no ser considerado ídolo en Alemania
Fangio siempre había sido sumamente reconocido por el público alemán, pero aquella vez en Nürburgring inclusive su promedio en los 502 kilómetros de competencia había sido superior al de la vuelta más rápida que él mismo registró el año anterior. Una vez concluida aquella hazaña, el quíntuple campeón reconoció que ese día intentó cosas que jamás había hecho ni que jamás volvería a intentar.
11. Pregunta clave sobre el milagro del GP alemán
Si Fangio era tan veloz, ¿por qué la estrategia era partir con tanques semivacíos y sacar una diferencia que le permitiera parar a mitad de carrera para reabastecerse y seguir puntero? La respuesta estaba en las cubiertas: Ferrari utilizaba las belgas Englebert, duras y con buena adherencia (Don Enzo cobraba por usarlas) y las Maserati iban con las italianas Pirelli, más blandas y rápidas, pero de menor resistencia. En consecuencia, el plan consistía en largar con poco combustible y acumular segundos.
El británico Stirling Moss era 19 años más joven que Fangio y desde su debut siempre mantuvo una franca lucha con el argentino. Todo empezó en 1951 en Bari, cuando Fangio con Farina como compañero (ambos con Alfa Romeo) se encontraron en plena carrera con el HWM de F-2, mucho menos potente, de Moss. Con prepotencia, Farina se adelantó a Moss y casi se sale de pista. Moss se recuperó y lo pasó al italiano, pero Farina más calmado lo volvió a pasar. Un segundo después, Fangio superaba al joven piloto y le hacía un saludo de aprobación por la forma en que había respondido al ataque del por entonces campeón Farina. De allí en más, Moss siempre se sintió identificado con Fangio.
13. El día que Reutemann le bajó el cartel a Jones
Cuando Williams daba órdenes de equipo era, por supuesto, para favorecer a determinado piloto. Y en Río de Janeiro 1981 la indicación fue que Reutemann tenía que dejarle ganar la carrera a Alan Jones, pero el argentino hizo caso omiso y venció por 4 segundos al australiano (campeón de 1980), originando con ello su odio, quien a partir de allí le hizo la vida imposible intentando controlar los motores o cualquier otro elemento que le entregaban al Lole.
14. Historia repetida en 1987 con otros protagonistas
Peleando por los privilegios del primer piloto de la escudería Williams, Nigel Mansell y Nelson Piquet se llevaban muy mal. El título se definió inesperadamente en favor del brasileño.
La tensa relación Alonso-Hamilton en McLaren (2007) tiene algunas antecedentes como los de Niki Kauda y Alain Prost, también en McLaren, que llegaron en 1984 a la última carrera en Portugal con chances de ganar el título. No hubo órdenes de equipo y el austríaco finalmente conquistó la corona por apenas medio punto de ventaja.
16. Otra rivalidad que sacó chispas: Hill vs. Clark
Graham Hill y Jim Clark despertaban la admiración y dividían a los fanáticos británicos. Entablaron decenas de batallas, pero fue en el campeonato de 1962 que realmente apabullaron. De las 624 vueltas de la temporada, el inglés había liderado 321 y el escocés volador 267, es decir que apenas 36 giros quedaron para el resto.
17. Otra relación tirante que definió 2 campeonatos
Ayrton Senna y Alain Prost protagonizaron uno de los duelos más apasionantes mientras compartieron el equipo McLaren y, sutilezas mediante, se repartieron los campeonato de 1988 y 1989.
En medio del riesgo al que quedan expuestos los pilotos en carreras o entrenamientos de F-1, la lista de sucesos fatales resulta extensa. El 12 de julio de 1954, Onofre Marimón se convirtió en el único argentino que perdió la vida en esta categoría, al despistarse en la clasificación del GP de Alemania, en Nürburgring.
19. Ascari, McLaren, Rindt, Peterson y Villeneuve
Los cinco, extraordinarios pilotos, dejaron la vida por desafiar a la velocidad. Pero, llamativamente, Ascari (1955), McLaren (1970), Rindt (1970, único campeón póstumo) y Villeneuve (1982) lo hicieron en entrenamientos, mientras que Peterson (1978) fue con posterioridad al GP de Italia, en Monza.
20. Ayrton, el Fangio de las últimas décadas
El tricampeón brasileño Ayrton Senna fue considerado con sólidos argumentos como el piloto que más se pareció por su talento al maestro Fangio. El 1º de mayo de 1994 perdió la vida a los 34 años en la curva de Tamburello del GP de San Marino, en Imola. Antes de cada carrera él solía dar dos vueltas para colocarse en la grilla de partida, pero, llamativamente, el día fatídico giró tres.
Ayrton Senna fue elegido en diciembre último como el mejor piloto de todos los tiempos en una encuesta a 217 corredores que actuaron en la F-1, que impulsó la revista británica Autosport. Como escoltas quedaron Schumacher, Fangio, Prost y Clark, en ese orden. Mientras que en la lista de pilotos en activo fue elegido Fernando Alonso.
22. Cuando la experiencia marcó diferencias
Fangio (Maserati) con 46 años, 1 mes y 11 días en 1957 resultó el campeón de mayor edad, mientras que Luigi Fagioli (Alfa Romeo) con 53 años y 22 días se convirtió en el GP de Francia en el ganador de myor edad.
23. Quienes más se quedaron en la puerta del título
Senna, Prost y Moss, cuatro veces resultaron subcampeones. El brasileño y el francés pudieron tomarse desquite con la conquista de 4 campeonatos, pero el inglés nunca pudo calzarse una corona.
Dos récords Fernando Alonso ostentaba orgulloso los registros de haber sido el ganador de una carrera y el campeón más joven, pero en la penúltima temporada Sebastian Vettel (Toro Rosso) con 21 años, dos meses y 11 días triunfó en el GP de Italia y Lewis Hamilton (McLaren) se consagró campeón con 23 años, 9 meses y 26 días.
25. Schumi y sus números asombrosos
Es evidente que Michael Schumacher con su extraordinaria campaña revolucionó las estadísticas de la F-1 al convertirse en heptacampeón, 91 carreras ganadas (40 más que Prost, que figura segundo), en quien más puntos cosechó en la historia (1369 contra los 798 de Prost), 154 podios, trece victorias en una misma temporada (2004), siete de ellas en forma consecutiva. Además, encabeza la lista de poles position, con 68, tres más que Senna, y 76 vueltas más rápidas, 35 más que Prost. Y, como si fuese poco, a los 41 años el alemán vuelve este año en la flamante escudería Mercedes GP.
26. A pesar de los años, la historia continúa
Durante mucho tiempo Ricardo Patrese se jactó de ser el piloto con más carreras disputadas en la máxima categoría: 256, desde 1977 hasta 1993. Pero el italiano no contaba con que Rubens Barrichello y Michael Schumacher demorarían tanto su jubilación. El brasileño, ahora en Williams, ya ocupa el primer lugar, con 288 actuaciones, y Schumi cuenta con 249.
Quien también se verá afectado en las estadísticas con la continuidad de Barrichello y Schumacher es el inglés Graham Hill, quien hasta ahora posería el récord de más termporadas presente: 18, desde 1958 hasta 1975. Rubinho, que debutó en Sudáfrica en el '93, iría este año por la 18, mientras que Schumi, luego de su interrupción, sumará 16.
28. Cuatro que hicieron la pole position en su debut
Giuseppe Farina (Alfa Romeo) fue el precursor en el GP de Inglaterra de 1950 cuando irrumpió la F-1, pero también lo lograron Mario Andretti (Lotus), en el GP de los Estados Unidos en 1968; Carlos Reutemann (Brabham), en el GP de Argentina en 1972, y Jacques Villeneuve (Williams), en el GP de Australia en 1996.
29. Tres finales con un desenlace casi imperceptible
En el GP de Italia de 1971, Peter Gethin superó a Ronnie Peterson por apenas 0.01 segundo (no se cronometraba en milésimas). En el GP de EE.UU. de 2002, Rubens Barrichello aventajó a Michael Schumacher por 0.011 segundos. Y en el GP de España de 1986, Senna venció a Nigel Mansell por 0.014 segundos.
Con dos vueltas de ventaja se impuso Jackie Stewart en el GP de España, en 1969, sobre Bruce McLaren.
31. Una carrera que paralizó a toda España
El GP de San Marino de 2005, en Imola, tuvo 50 kilómetros para el infarto. Fernando Alonso, a la postre campeón esa temporada, y Michael Schumacher protagonizaron uno de los duelos que más se recordara en la historia de la F-1. Los dos se brindaron por enteros, pero el asturiano condujo con maestría su Renault, que aventajó por 0.215 a la Ferrari del múltiple campeón.
32. Al distribuirse los números, nadie quiere el 13
A diferencia de otros deportes, en la F-1 se mantiene el culto a la superstición, ya que nadie quiere utilizar el Nº 13. Sólo el mexicano Moisés Solana allá por el ’63 corrió con ese número el GP de su país y abandonó por la rotura del motor. Y la británica Divina Galica se le animó en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1976, pero quedó eliminada en la prueba clasificatoria.
33. Campeones con un almanaque propio
Esa tan pareja temporada de 1962 terminó consagrando a Graham Hill el 29 de diciembre en Sudáfrica, mientras que Michael Schumacher en el 2002 obtuvo su quinto título el 21 de julio en el GP de Francia. El alemán aventajó, en lo que se transformaría en la mayor diferencia, por 67 puntos a su compañero Barrichello en el Cavallino Rampante.
Conseguir la pole position, vuelta más rápida y victoria en una misma carrera es para un piloto un fin de semana súper ideal y reservado exclusivamente a unos pocos. Fangio, Senna, Prost o Mansell pueden dar cuenta de ello, pero Michael Schumacher con 20 sábados y domingos de hat tricks es el más feliz de todos.
35. Nürburgring distinguía a sus maestros
En el antiguo trazado de Nürburgring, donde precisamente Niki Lauda sufrió aquel terrible accidente en 1976, se distinguía como maestros a quienes lograban repetir la victoria. Sólo cuatro pilotos recibieron la condecoración. Ascari, Fangio, John Surtees y Jackie Stewart.
36. Cuando la remontada se convierte en un 1-2
En el circuito de Long Beach por el GP de los Estados Unidos en 1983, los McLaren de John Watson y Niki Lauda realizaron una remontada inédita en equipos. Ellos partieron 22 y 23, respectivamente, y concluyeron luego de 75 vueltas con un extraordinario 1-2.
37. La difícil decisión de dar un paso al costado
Carlos Reutemann había estado muy cerca de tocar el cielo con las manos en Las Vegas 1981. El título se le había escurrido entre sus manos y en él maduraba (tal vez por falta de motivación) la posibilidad del retiro. Por eso, Lole arrancó con su Williams la temporada 1982, pero tras Sudáfrica y Brasil le dijo adiós a la F-1 para siempre.
A Fangio, Brabham y Stewart nadie los pudo convencer de que vuelvan a la actividad. Pero Lauda y Prost sí lo hicieron con contratos millonarios y promocionados regresos. El austríaco volvió y se dio el gusto de consagrarse nuevamente campeón en el ’84 (McLaren), mientras que el francés había sido despedido en 1991 de Ferrari cuando declaró que el auto que manejaba parecía un camión. Pegó la vuelta en 1993 con Williams y obtuvo su cuarto título. ¿Schumi será capaz de imitarlos?
39. Combinación que difícilmente se podrá igualar
En 1966 el legendario Jack Brabham se consagró por tercera y última vez campeón, con la particularidad de que en esa oportunidad cumplió la doble función de piloto y constructor. Más allá de su talento en las pistas, el australiano había demostrado un gran sabiduría como mecánico que lo llevó a armar su propio auto, con motor Repco.
40. Todos lo señalan como el padre de la criatura
A Bernie Ecclestone, que inició su vida en el mundo de los negocios vendiendo autos usados, se le adjudica el cambio en la mentalidad comercial que experimentó la F-1. Con él todos los números se dispararon y nunca desestimó la oportunidad de capturar nuevos mercados. Será difícil reemplazarlo.
41. Estar siempre adelante parece imposible, pero no
Sólo dos pilotos lograron en la historia de la F-1 partir desde la primera fila en todas las carreras de una misma temporada. Ellos fueron Senna con McLaren en 1989 y Damon Hill con Williams en 1996.
Si bien está latente el brillante debut del Brawn GP que condujo al título a Jenson Button el año último, otros autos también ganaron en su baustimo en la F-1: el Mercedes W196s conducido por Fangio en el GP de Francia en 1954, el Lotus 49 de Jim Clark en el GP de Holanda en 1967, el Wolf WR1 de Jody Scheckter en el GP de Argentina en 1977, el Ligier JS 11 de Jacques Laffite en el GP de Argentina en 1979, el McLaren MP4/2 de Alain Prost en el GP de Brasil en 1984 y el Ferrari 640 de Nigel Mansell en el GP de Brasil en 1989.
43. La agónica consagración de James Hunt
El británico era uno de los personajes más mediáticos de la F-1 de los setenta y más allá de sus destacados desempeños una sola vez logró subirse a la cima del Mundial de Pilotos. En la definición de 1976, él venía de ganar con su McLaren en Canadá y EE.UU. y con su tercer puesto en Japón le alcanzó para superar por una unidad a Niki Lauda, quien con su Ferrari no había podido sortear los inconvenientes de la lluvia y se retiró en forma voluntaria. Hunt era campeón y por primera vez miraba a todos desde arriba.
44. La F-1 siempre se llevó muy bien con la TV
Pese a lo que podamos creer, la televisación -hoy tan imprescindible- acompañó a la F-1 desde sus comienzos, a tal punto que el GP de Mónaco del 21 de mayo de 1950, realizado una semana después del inaugural en Inglaterra, se transmitió en directo por TV.
45. Antecedentes de una mala convivencia
Cuando todavía está fresco la encarnizada lucha que vivieron Hamilton y Alonso en McLaren en el 2007, vale recordar que en Lotus en 1973 el intento por hacer convivir a Peterson con Fittipaldi o en Williams en 1986 a Mansell con Piquet fueron a todas luces desastrosos.
46. Cuando el compañerismo roza lo escandaloso
En McLaren hicieron convivir a dos gigantes como Senna y Prost, quienes se beneficiaron mutuamente (el brasileño campeón en 1988 y el francés en 1989) y le trajeron varios dolores de cabeza a Jean Marie Balestre (titular de la FIA), quien sancionó a Ayrton por favorecer a su compañero. Y ni que hablar de los sinsabores que vivió Reutemann o más acá en el tiempo de las preferencias que disfrutó Schumacher en Ferrari en perjuicio de Eddie Irvine y Rubens Barrichello.
De todos los campeones de F-1, solo el austríaco Jochen Rindt no pudo disfrutar de su día de gloria, porque casi dos meses antes de su consagración encontró la muerte en Monza. Con su Lotus 72 había hilvanado cinco victorias y se encaminaba a su primer título, cuando en los ensayos del GP de Italia a 170 km/h se rompió una punta de eje y se estrelló contra la protección.
48. Más gloria en un momento de respiro
En la temporada de 1965 Jim Clark estaba arrasando en la F-1, con seis victorias, cinco de ellas de punta a punta. Pero decidió darse el lujo de no correr el GP de Mónaco para cruzar el Atlántico en busca del éxito en las legendarias 500 Millas de Indianápolis. Y lo logró con un Lotus, convirtiéndose en el primer europeo vencedor.
49. Singapur, la primera vez de la luz artificial
El circuito de Singapur, se corrió la primera carrera nocturna de F-1, con la victoria de Fernando Alonso, aunque después el escándalo estalló al conocerse que su compañero en Renault el brasileño Nelson Piquet Jr. había forzado su abandono para favorecer con la salida del auto de seguridad al español.
50. Los Tyrrel de seis ruedas, toda una novedad
En 1976 en el GP de España en Jarama salen a escena los llamativos Tyrrel de seis ruedas, que nacieron en un intento por una mejor aerodinamia que llevó a reducir los neumáticos delanteros y ante la falta de adherencia se sumaron dos ruedas más. Jody Scheckter y Patrick Depailler fueron los pilotos, terminando tercero y cuarto, respectivamente, en el campeonato.
51. Sólo dos campeones completaron todas sus vueltas
A lo largo de la temporada, por más que esta derive en la consagración, algo siempre puede marginar al campeón de una competencia. Sólo Fangio en 1954 (sin contar Indianápolis) y Schumacher en 2002 lograron completar todas las carreras.
52. Los campeones con más y menos victorias
Esos trece triunfos de Schumacher en el 2004 lo convierten en una marca inigualable, pero resulta sorprendente que Mike Hawthorn en 1958 con Ferrari y Keke Rosberg en 1982 con Williams hayan conquistado sendos títulos con apenas un éxito.
Familiares que continuaron por la senda de la velocidad e inclusive alcanzaron la F-1 hay varios casos, pero el de Graham y Damon Hill resulta único, porque padre e hijo alcanzaron la gloria de convertirse en campeones. También fue sumamente destacada la participación de los canadienses Villeneuve, cuyo hijo Jacques gozó del título que su padre Gilles (todo un ídolo) nunca pudo lograr. Hoy están vigentes como hijos Nico Rosberg y Nelsinho Piquet y como sobrino Bruno Senna.
54. Montoya, el último hispanoamericano en carrera
Con un estilo aguerrido y una gran tenacidad, Juan Pablo Montoya llegó a la F-1 con excelentes antecedentes: campeón de Cart y ganador de las 500 Millas de Indianápolis. En la máxima logró 7 triunfos (4 con Williams y 3 con McLaren) y subió a 30 podios, pero su participación tuvo gusto a poco. La impresión es que daba para más.
55. Coulthard estuvo cerca de la asistencia perfecta
Ricardo Patrese, si bien perdió el récord de más carreras disputadas con Barrichello, mantiene con 186 el de más competencias corridas en forma consecutiva. El escocés David Coulthard bien pudo habérselo arrebatado, pero aquella deserción en Indianápolis 2005, en la que compitieron sólo seis autos, lo frenó en 175.
Desde hace 40 años, más precisamente el GP de España de 1969, que Frank Williams está íntimamente relacionado con la F-1. En tan prolongado período sumó 9 títulos y 113 victorias, con las presencias de los más encumbrados pilotos en sus butacas.
57. La última escudería que corrió con 3 autos
Precisamente Renault que hasta hace poco tiempo estuvo en duda de continuar en la máxima, es la última escudería que participó con tres autos en un mismo GP. Fue en 1985, en Alemania, con Patrick Tambay, Derek Warwick y Francois Hesnault.
58. Los que más tiempo esperaron por su victoria
Barrichello, con 124 carreras; Jarno Trulli, con 117; el actual campeón Jenson Button, con 113; Giancarlo Fisichella, con 110 y Mika Hakkinen, con 96, son los pilotos que más demoraron en obtener su bautismo triunfal.
Siendo niño se acercó a Ron Dennis para decirle que quería correr para él. Y McLaren lo ayudó a crecer, formarse y lo acompañó en su brillante campaña camino a la F-1 en la que se consagró campeón en cuanta categoría participó. En el 2008 se transformó en el primer piloto de raza negra en ser campeón y con 25 años Hamilton aún tiene una estupenda proyección por delante.
60. Momento de disfrutar la temporada 2010
Con 19 fechas, que incluyen a Bélgica, Inglaterra, Italia y Mónaco que formaron parte de aquella primera vez en 1950, la F-1 se apresta a un nuevo campeonato que tendrá como novedad la inclusión de Corea del Sur. Feliz 60 años!!!
Vía Elgrafico.com