Liberty comunica el nombramiento en sustitución de Carey al frente de la dirección del Mundial. La cabeza del campeonato se ‘ferrariza’
Domenicali llegó a Ferrari en 1991 y fue jefe de la escudería entre 2008 y 2014, coincidiendo con los años de Fernando Alonso. Con él al mando, ganaron su último Mundial de constructores. Tras su salida, formó parte del consejo de Audi, dirigió Lamborghini y fue miembro de la FIA y presidente de la comisión de monoplazas. Los grandes despachos de la Fórmula 1 se ferrarizan, de alguna manera: Jean Todt es el presidente de la FIA, Ross Brawn es el director de la F1. Los tres, juntos, formaron parte de la era más legendaria del Cavallino Rampante. En cualquier caso, el resto de escuderías lo han recibido de buen grado.
«Estoy emocionado por unirme a la organización de la F1, un deporte que siempre ha sido parte de mi trabajo. Nací en Ímola, vivo en Monza. Tengo ganas de conectar con los equipos, promotores, patrocinadores y demás socios de la F1 para dirigir el negocio hacia adelante”, dice el italiano, de 55 años. Chase Carey, por su parte, llevaba tiempo pensando en dar un paso al lad, dejar los circuitos y pasar más semanas al año en Norteamérica: «Ha sido un honor dirigir la F1, un deporte global, de verdad, con 70 años de historia. Estoy orgulloso por haber navegado en el inmenso desafío de 2020 y por haber añadido como propósitos la sostenibilidad, diversidad e inclusión».
Vía As.com