Alonso fue sexto en el último entrenamiento del GP de Hungría y Stroll, séptimo. Piastri lidera con 32 milésimas sobre Norris. Sainz, 15º
Ya hace tiempo que las evoluciones que llegan a pista de cualquier escudería no siempre se convierten en mejoras. Los datos del túnel de viento no tienen por qué ajustarse a lo que sucede sobre un asfalto imperfecto en esta generación de coches de efecto suelo, tan sensibles a la altura y castigados por el ‘porpoising’. Sucede en todas partes, Mercedes, por ejemplo, ha revertido este fin de semana la suspensión trasera hacia el diseño anterior. Y en el caso de Aston Martin, después de hacer pruebas el viernes con dos alerones delanteros y dos suelos, han optado por mantener en el coche el alerón nuevo de Spa y el suelo viejo de Ímola. Según las fuentes de este medio, el fondo plano de Silverstone vuelve a la nevera por segundo fin de semana consecutivo, porque los datos que arroja la versión anterior deben ser mejores.
En ese contexto, el AMR25 ha completado uno de sus fines de semana más sólidos de la temporada en cuanto a entrenamientos libres. Alonso fue sexto en la tabla de tiempos de la tercera sesión por detrás de Stroll, y se quedó a unas pocas milésimas de la quinta plaza (Antonelli). Los Aston están, décima arriba o décima abajo, en los cronos de Mercedes. En la parte alta de la competidísima zona media. Además aquí Red Bull ha desaparecido del mapa, así que puede haber puntos en juego que no estaban disponibles en otras carreras. Después del naufragio en Spa, Hungaroring ofrece una oportunidad de redención para Aston Martin antes de las vacaciones de verano.

Piastri lideró la sesión con apenas 32 milésimas sobre Norris, la igualdad es máxima también entre los dos McLaren. Leclerc fue tercero a cuatro décimas y con margen sobre Hamilton (0.768). Ferrari se ha quedado en tierra de nadie, porque ya han tomado una ventaja considerable sobre Mercedes y Red Bull pero no son capaces de cerrar la brecha con los MCL39. Los podios son su techo. Aunque por ritmo de carrera, los dos SF-25 dieron muy buenas sensaciones el viernes.
Sainz fue 15º a un segundo y medio de la cabeza y Williams parece atascado en la zona más baja de la parrilla este fin de semana. Ni reglajes ni modificaciones aerodinámicas cambian las perspectivas de la escudería británica en Hungría, esta pista no se ajusta a los ligeros puntos fuertes del FW-47. La Q1 será un reto para el madrileño. La Q3 debería ser factible, esta vez, para el asturiano.
Vía As.com