Último día y se pasó volando…
Muy a pesar nuestro por ser el último día fue el peor de todos climatológicamente hablando, pero ahí estuvimos, a pie de pista aguantando el chaparrón y no metafóricamente si no propiamente dicho. Desde luego el tiempo se lució. Un frío que calaba los huesos y una lluvia que no se sabía muy bien en qué momento era como tal, o pasaba ya a ser nevada. En cualquier caso un día desapacible allá donde los haya, pero una vez más la pasión puede con todo y al momento de escuchar el primer estruendo de un monoplaza, todo se olvida y hace que merezca la pena cualquier sacrificio para estar ahí. Continue reading »