La peor parte se la lleva Ferrari Leclerc noveno solo por delante de Carlos quien quedó décimo tras un accidente
Norris saldrá desde la pole este domingo en el GP de Singapur para recortar puntos a Verstappen y reabrir la lucha por el título en el tercio final de la temporada. Y lo hará tras una clasificación extrema para todos los demás y extremadamente cómoda para él: solo los McLaren salvaron la Q1 con un único juego de neumáticos y solo Lando superó la Q2 sin completar su segundo intento. Iba sobrado desde que se subió al coche el viernes. Quizás el mini-DRS suprimido fuera solo el señuelo para que el resto de equipos no se fijen en los atributos del MCL38 que realmente marcan la diferencia. El británico tiene la enésima oportunidad para acercarse en la clasificación, está a 59 puntos de Max con 206 aún en juego. Ha derrochado muchas, pero pilota un cohete.
Por eso, porque el coche importa demasiado en este deporte, el héroe del día no fue el aspirante poleman sino el campeón en apuros. Max regaló un puñado de vueltas rozando los muros en un escenario poco favorable para el Red Bull y parte segundo. Pérez saldrá 13º, no pasó el corte intermedio. Como en 2021, cuando el holandés sacó lo mejor de su repertorio (y también la faceta más agresiva) conforme mayor era la presión de Hamilton, el cénit del McLaren coincide con las actuaciones más soberbias del mejor piloto de esta parrilla. Se encontrará con Lando en la primera frenada de la carrera y ahí, en los momentos clave, los genios acorralan a los niños.
Lástima que en esa pelea por el top-3 desapareciera Carlos Sainz tan pronto como iniciaba su vuelta de Q3: perdió el control del SF-24 en la última curva y chocó violentamente con los muros, con un destrozo importante en el tren trasero. Fuera el aire sucio o los neumáticos fríos, fue un error que costará este domingo en una pista que no facilita los adelantamientos. Lo sabe Carlos, que ganó el año pasado defendiendo los arreones de McLaren y Mercedes. Se clasificó décimo, aunque está por ver si Ferrari tiene que sustituir algún elemento por el fuerte golpe y eso acarrea puestos de penalización en la parrilla. Leclerc fue noveno, le borraron el tiempo por excederse en los límites de la pista y así se generó el desastre por duplicado de los dos coches rojos en una pista favorable. Serán los Mercedes quienen compongan la segunda fila por delante de Piastri y Hulkenberg.
Alonso, en su liga (propia), cuajó otra machada, con el los sábados de Monza y Bakú. Es una constante. Saldrá séptimo en Marina Bay y al aficionado poco iniciado le parecerá un resultado flojo. Flojo es el monoplaza con el que Stroll, su compañero de equipo, se quedó fuera en el primer corte a medio segundo de Fernando. En un circuito de piloto, uno de los pocos del calendario, el asturiano batió a una ristra de coches sensiblemente superiores al AMR24 a estas alturas de campaña: el Red Bull de Checo, el Haas de Magnussen y los dos Williams renacidos en manos de Albon (11º) y Colapinto (12º). La única buena noticia mientras Fernando se enreda con los dos coches británicos es que al menos Carlos puede dormir tranquilo sabiendo que ha escogido el coche adecuado para 2025.
En ese pack de pilotos batidos destaca Ricciardo (16º). Tras sus vueltas erráticas, las cámaras buscan a Liam Lawson y Helmut Marko. Su contrato incluye cláusulas que le pueden bajar del asiento en los próximos días, sobre todo si el equipo energético no quiere perder al piloto neozelandés. Necesitan probar a Lawson, porque necesitan buscar pilotos que puedan exigir a Verstappen más de lo que lo hace Pérez. Así que es probable que el simpático Daniel sonría por última vez este fin de semana como piloto titular en la Fórmula 1. Que disfrute del domingo.
Vía As.com
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