La gestión del segundo asiento de Red Bull y las tensiones con Verstappen han adelantado su salida
La jornada de hoy ha sacudido el mundo de la Fórmula 1: Red Bull ha anunciado el despido fulminante de Christian Horner, poniendo fin a una trayectoria de 20 años al frente del equipo. El británico cierra un capítulo fundamental en la historia reciente de la escudería, en medio de rumores y tensiones internas que habrían acelerado su salida.
Tras alcanzar la cúspide del éxito en 2023 —considerada por muchos como la temporada más dominante jamás vista en la F1, con 21 victorias en 22 carreras gracias al talento de Max Verstappen y el genio técnico de figuras como Adrian Newey, Jonathan Wheatley y Will Courtenay—, Red Bull ha vivido una clara caída en su rendimiento. Desde el verano pasado, la escudería ha perdido el brillo que la convirtió en referente, y la salida de los mencionados colaboradores ha dejado un vacío difícil de llenar.
Este declive en la pista, unido a las tensiones que han sacudido al equipo desde principios de 2024, ha mermado tanto la imagen como la posición de Horner, cuya influencia dentro del conjunto austríaco ha sido objeto de crecientes críticas. Su salida, comunicada este 9 de julio, marca el cierre de una era gloriosa, aunque empañada por las polémicas deportivas y extradeportivas.
Según el medio Auto Motor und Sport, varios factores clave habrían precipitado esta decisión:
- La polémica renovación de Sergio Pérez: En busca de estabilidad tras semanas turbulentas, Horner apostó por ampliar el contrato de Pérez hasta 2026 tras su buen inicio de temporada. Sin embargo, el bajo rendimiento del mexicano con el complejo RB20 llevó a una ruptura prematura que implicó una costosa compensación económica por parte del equipo.
- Gestión cuestionable del segundo asiento: Con Pérez fuera, Red Bull apostó por Liam Lawson, pero el neozelandés no logró adaptarse y fue reemplazado rápidamente. Yuki Tsunoda tampoco ha dado el salto esperado: acumula cinco carreras sin puntuar, lejos del nivel exigido por Helmut Marko.
- Una acumulación de poder insostenible: Horner ostentaba múltiples cargos de peso dentro del equipo y, según fuentes alemanas, se mostró reacio a ceder control. Esta concentración de poder habría generado fricciones internas, especialmente con el entorno de Verstappen, y podría ser el detonante definitivo.
La salida de Horner abre un nuevo escenario en Red Bull. En Alemania se especula que esta decisión podría ayudar a retener a Max Verstappen, cuyo nombre ha sonado con fuerza en los planes de Mercedes para 2025. A pesar de los desencuentros recientes entre piloto y equipo, la continuidad del neerlandés está en el aire, especialmente ante un futuro incierto en 2026, con la entrada de Ford como motorista y un proyecto que, por ahora, no despierta grandes expectativas.