Ricciardo logra el triunfo en Bélgica en una nueva polémica de Mercedes
Qué mejor manera de reencontrarse con la F1 tras el parón estival que con polémica. Porque cómo nos gusta la polémica. Nos encanta, vibramos con ella. Sentimos expectación cuando dos rivales se encuentran en pista y más todavía cuando entre ellos se produce algún roce. Justo lo que ha pasado en Bélgica, porque aunque haya ganado Daniel Ricciardo todo lo que se habla y hablará de la prueba a buen seguro tiene más que ver con la casa Mercedes que con la inmensa carrera del de Red Bull.
Porque ya se preveía que iban a saltar chispas entre Hamilton y Rosberg. Su relación está oscureciéndose por las ganas de uno y otro de levantar el Mundial. Desde Mónaco, pasando por Malasia, Canadá y Hungría, cada ve que el británico y el alemán se enfrentan la sensación que en los cuerpos produce es como la de la cafeína. Todos pendientes de la pantalla. Todos mirando cómo Lewis sonreía en el arranque belga y cómo fruncía el ceño cuando pasaron un par de vueltas.
En dos vueltas soñó con no tener que remontar ni adelantar a nadie en pista. En que el adelantar a Rosberg en el arranque para empujar y empujar sería bastante para sumar el entorchado belga, más con Vettel entre uno y otro. Pero ese sueño sólo le duró dos vueltas. No había pasado tres veces por meta cuando sintió que algo fallaba. Cuando vio cómo Nico había golpeado con su alerón delantero a su rueda trasera izquierda para que toda opción de victoria quedara reducida a cero. Pinchazo y adiós a su carrera soñada.
Adiós a la carrera prevista por Mercedes, en la que al menos uno de sus dos pilotos se alzara con el triunfo en una trazada tan mítica como Spa, coronándose como los dueños de Eau Rouge en 2014. Pero Rosberg, en su toque, se cargó su alerón. Y aunque lo cambió luego sus neumáticos no aguantaron y se vio obligado a hacer tres paradas. Se tuvo que 'conformar' con la segunda posición, porque la primera estaba reservada para el piloto de moda en las últimas fechas.
No hay dos sin tres para Ricciardo
Y es que la vida, para Daniel Ricciardo, sigue igual que antes de irse de vacaciones. La playa no le ha despistado lo más mínimo y sigue tan atento y fiable como siempre. Menuda sorpresa está siendo el oceánico en su primer año en un equipo grande. Soportando la presión de estar con Vettel, de saberse mejor que él este 2014. Menudo debut en una escudería que lucha por victorias, porque con esta ya son tres las que suma este curso. Cada una le hace sonreir más incluso que la anterior.
Porque esta ha sido sublime. Ha sido perfecta. Sin el más mínimo error en su conducción, sabiendo qué tenía que hacer en todo momento y mantiendo la sangre totalmente fría cuando Rosberg le quitaba dos segundos por vuelta al final de carrera. Pero no hay dos sin tres para él, y a pesar de que Nico llegó a la batalla final, la victoria cayó para Ricciardo. El más alto escalón del podio fue para él, y desde ahí vio a Rosberg y a Bottas.
Alonso perdió opción antes del arranque
Justo tras ellos, Kimi Raikkonen. El finlandés le ganó por fin la partida a Alonso en una carrera que para Fernando acabó antes incluso de empezar. Problemas a la hora de arrancar el coche en la vuelta de formación, mecánicos saltándose la señal de los 30 segundos y sanción de Stop & Go de cinco segundos para él. A partir de ahí todo se torció, pues en cuanto cumplió en su parada estuvo metido en tráfico. Y se encontró con un Magnussen que pilotó al límite del reglamiento.
Cerrando huecos, haciendo cambios de dirección, montando un trenecito con bestias como Button, Vettel y el propio Alonso que terminó con el asturiano usando la hierba del asfalto y perdiendo parte del alerón delantero. Octavo entró, pero él mismo ha reconocido que si le hubiera arrancado el coche habría llegado al podio con bastante facilidad.
Rumbo al Templo de la Velocidad
La próxima cita será en Monza. En el Templo de la Velocidad. Ahí será donde Rosberg y Hamilton se vuelvan a ver las caras tras un incidente que a buen seguro seguirá dando que hablar. Desde el garaje fue desde donde Lewis vio el segundo puesto de Nico y cómo gana ventaja en el Mundial tras la carrera de Bélgica, una carrera que el británico tenía en su mano hasta el pinchazo de su neumático.
Vía Antena3f1.com