• vie. Abr 26th, 2024

Mattiacci tomando nota

thumb[1]“Elevó mi nivel porque pude ver la determinación que llevaba a su pilotaje”,  recordaba estos días Ron Dennis en la revista Autosport sobre la relación que marcó su trayectoria vital y profesional con su piloto más singular. “Demostró lo que estaba dispuesto a hacer para lograr sus objetivos, y elevó mi nivel, al final intentas ser tan bueno como la persona con la que estás”.

Marco Mattiaci, el nuevo responsable de Ferrari, podría hacer suyas las palabras de Ron Dennis respecto a Ayrton Senna. Quien se presentaba en Shanghai como “alguien muy humilde para entender y trabajar duro”, ha comprobado en el Gran Premio de China dónde su piloto le ha situado el listón, “ser tan bueno como la persona con la que estás”. 

Como en 2012

“Hoy hemos tenido el segundo coche mas rápido, si la carrera dura dos o tres vueltas mas podría haber pasado a Fernando”, reconocía Daniel Ricciardo tras la carrera. Pero no lo hizo. Tras la simulación del viernes, el RB10 del australiano era claro aspirante al tercer puesto del podio. Pero ese resultado teórico quedó anulado ante otra de esas actuaciónes que el piloto español consideraba como “perfectas”.

“Personalmente, creo que he tenido un extremadamente buen fin de semana, probablemente al nivel de 2012 en términos de pilotaje y de sentirme cómodo en el monoplaza, en los entrenamientos, el viernes, hoy…”, declaraba Alonso ayer tras la carrera. Cuando se escuchan de nuevo referencias a aquel impresionante año, es inevitable lamentar otra vez cómo Alonso está perdiendo el mejor jugo de su talento y ambición mientras que Hamilton, su némesis, cabalga ya lejano en el horizonte hacia su segundo título.

El gran papel de Ferrari

Al menos, el equipo italiano demostró en Shanghai estar a la altura de las circunstancias. En las rectas, el F14 T parecía tener más ‘chicha’ en sus tripas, algo más de bienvenida potencia. El español también habló de algunas modificaciones que parecen ofrecer otro paso por curva. Se trata cumplir con la inexcusable regla de evolucionar carrera a carrera, por ínfimo que parezca el avance este año ante la apisonadora de Mercedes. Ferrari lo  logró en Shangai.

Paralelamente, el equipo derrochó reflejos y anticipación en la primera llamada a boxes. Que Alonso rodara ya por delante de Vettel y Ricciardo cuando ambos se enzarzaron en su propia ‘guerra civil’ resultó vital. Quizás el español no hubiera terminado tercero de no haberles superado con aquella oportuna llamada en el momento más propicio. Ferrari estuvo impecable estratégica y operativamente en Sanghai.

Los pilotos de Mercedes y Red Bull, en la frecuencia de sus coche

Pero junto al desempeño de su equipo dentro y fuera de la pista, Mateacci hubo de comprender de primera mano que Alonso es el mayor activo de Ferrari. El balance de Massa estos años y el de Raikkonen hasta el momento así lo vuelven a poner en evidencia. Ahora, sin embargo, con el peligro de que te lo quiten de las manos.

Cuando Hamilton queda extasiado por un coche “simplemente increíble” y Rosberg habla del “placer de pilotar” al W05, poco más se puede añadir. Su insondable margen sobre los rivales se delató de nuevo cuando Rosberg 'enseñó la patita' con esa inesperada y explosiva vuelta rápida en el 1.40. Pero sus dos pilotos, además del  tercer doblete consecutivo, terminaron en China en la misma banda que corresponde al nivel de su monoplaza. Otro tanto ocurrió con Red Bull. Ricciardo y su compañero fueron cuarto y quinto respectivamente, a pesar de la ‘pájara’ que sufre Vettel para sacar partido a un RB10 sin los “chutes” aerodinámicos del pasado. También ambos terminaron en la misma frecuencia que su monoplaza. Todo lo anterior vuelve a situar en su contexto a Fernando Alonso.

Por ahora, Raikkonen tampoco es rival

 El mejor motor y el mejor chasis terminaron por delante en el Q3, pero un monoplaza rojo se intercaló entre ellos en la carrera. “En Bahrein, estábamos un minuto por detrás de los líderes, novenos y décimos, y hoy estamos en el podio, a siete segundos de Nico…”, recordó Alonso tras la prueba. Y aprovechó entonces para descolgar  por segunda vez esta temporada esa carga de profundidad cebada el pasado año: “pero Kimi estaba aquí a un minuto tras los líderes…”. Y fuera del Q3 de nuevo.

Quien se suponía que iba a “meter el cuerno” en los entrenamientos y desafiarle en carrera, el  contrapeso que se buscó para reequilibrar su liderazgo en la Scuderia, hoy es una sombra de sí mismo. Ricciardo también llega a un nuevo equipo, pero al menos planta cara a todo un tetracampeón. No es el caso de  Raikkonen en Ferrari. Como tampoco lo fue Felipe Massa.

Más que duro, va a ser un milagro.

Con objetiva perspectiva histórica, hoy puede afirmarse que Alonso se ha mostrado competitivo con motores de diez, ocho, y seis cilindros turbo. Con neumáticos Michelin, Bridgestone y Pirelli. Con diferentes reglamentos aerodinámicos y deportivos. Con tres equipos distintos y no digamos con todos y cada uno de los compañeros que le ha tocado, ya sean pilotos del monton como campeones del Mundo. Hoy, a falta de mayores éxitos, el asturiano está logrando una sabrosa victoria moral, aunque en el seno de Ferrari.

Pero en lo deportivo Alonso no se engaña, como tampoco deberíamos hacerlo los demás. Más bien, sería un milagro.

Ante un título altamente improbable, Marco Mateacci tendrá entre sus mayores desafíos no solo estructurar de nuevo un equipo ganador sino también, a corto plazo, no perder a su piloto número uno. Por ello, una buena brújula sería hacer suya la disposición vital de Ron Dennis con Ayrton Senna. Para sí mismo, y también para Ferrari.

Vía Javier Rubio

Advertisement
Share

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *