• lun. Abr 29th, 2024

Dejando Interlagos se nos viene las Vegas / Vídeo

Ambientazo en Brasil, con 267.000 aficionados, invitados y un circuito que invita al espectáculo. Contraste absoluto entre el clasicismo y la próxima carrera

ImagenNo hay brasileños en la parrilla, aunque la grada de Interlagos (y el país, oficialmente) han aceptado como hijo adoptivo a Lewis Hamilton. Dos horas antes de la carrera, Rubens Barrichello se da una vuelta de honor al trazado, emocionado sobre el Ferrari que instantes antes ha paseado a Sainz, resulta injusto que una de las hinchadas más representativas de la Fórmula 1 no tenga ídolos nacionales en competición. El país de Senna, Piquet y Fittipaldi, más Barrichello y Massa, está huérfano. El tercer país histórico en número de títulos (8) y victorias (101). Drugovich, campeón de la F2 en 2022 y probador de Aston Martin, es quien está más cerca, y a la vez tan lejos. A pesar de eso, y de las inconveniencias de Sao Paulo, sigue manteniéndose como uno de los fines de semana más vibrantes de todo el calendario.

La peregrinación anual al Autódromo José Carlos Pace recuerda los tres pilares sobre los que se fundamenta un buen gran premio de Fórmula 1: una base mastodóntica de aficionados locales (este año han acudido 267.000 fans, récord), gradas y ‘hospitalities’ llenos (los invitados y adinerados son necesarios para el negocio), y un circuito espectacular, de la vieja escuela, en el que no se recuerdan carreras aburridas. La mecánica es simple: todas las curvas tienen peralte, en mayor o menor medida, son lo suficientemente anchas para que transiten dos o tres coches en paralelo y además permiten varias líneas, así que el atacado puede defenderse unos metros más adelante, y el atacante tiene que consolidar el adelantamiento, aunque ya parezca hecho. ¿Por qué es especial? “La degradación, el asfalto está muy roto, tocas el piano y el agarre es raro, el peralte de las curvas, las dos líneas en el segundo sector…”, resume Verstappen en una charla informal.

El GP de Sao Paulo (nombre oficial del tradicional GP de Brasil) acaba de renovar hasta 2030. Es en cierto modo la antítesis de lo que celebrará el Mundial dentro de dos semanas en Las Vegas.

Liberty Media prepara un espectáculo masivo en el circuito del Strip, con un torneo de golf entre pilotos y estrellas del deporte organizado por Netflix, la presentación-fiesta a lo grande el miércoles y la actividad en pista de jueves a sábado, a medianoche. Es la primera carrera de F1 en la que el promotor no es un tercero, sino el propio campeonato. Los VIP estarán, será un Mónaco en Estados Unidos. Aún queda por conocer cómo responderá el gran público ante la enorme inversión realizada (alrededor de 400 millones de dólares) para construir un gran premio en la capital del vicio y convertirlo en la joya de la corona. En el calendario cabe todo, los urbanos locos (Vegas, Miami, Arabia Saudí, Azerbaiyán…) y los escenarios clásicos (Silverstone, Monza, Interlagos…). Todo lo artificioso estará en Las Vegas. ¿Y una carrera como la de Brasil?

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Vía As.com

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