• vie. Abr 19th, 2024

Se cumplen 20 años del test de Fórmula 1 que cambió la historia

El 13 de diciembre de 1999, Alonso debutó en F1 con Minardi

Toca recuperar tres imágenes de aquél día, tres escritas y tres reales que pueden ilustrar perfectamente aquél debut: la crónica de MARCA del 14 de diciembre, la visión que da Fernando de aquella jornada y un relato magnífico de mi compañero Marco Canseco, cuajado de anécdotas poco conocidas.

Crónica MARCA: Fernando Alonso cumplió ayer el sueño de su vida al subirse a un monoplaza de Fórmula 1. Fue en el circuito de Jerez, bajo una pertinaz lluvia y ante la expectación generalizada. Con sólo 18 años, ha cubierto la etapa más complicada para cualquier piloto, superando además con nota la experiencia de pilotar el mismo Minardi que ha llevado esta temporada Marc Gené en el Campeonato del Mundo. «Mi sueño más preciado es llegar a ser campeón de Fórmula 1», declaraba a MARCA el piloto ovetense que se subió al monoplaza como recompensa a la corona conseguida en el Euro Open MoviStar Nissan. Pese a que la lluvia complicó el estreno de Alonso, dejó de manifiesto el talento del que hace gala en su meteórica carrera. «Nunca he tenido la sensación de que el coche se me fuera de las manos. El paso por curva no es muy distinto al del Fórmula Nissan, pero tanto el motor como los frenos son impresionantes. Estas son quizás las diferencias más brutales que he notado». Pese a todo, Alonso causó una grata sensación, ya que rodó a cuatro segundos del mejor tiempo del día logrado por el Ferrari de Rubens Barrichello, a sólo uno de Marc Gené, el titular de Minardi, y superó en dos a Giorgio Vinella, el campeón italiano de la Fórmula 3.

Versión Cesare Fiorio, aprobada por Alonso: «Estábamos en Jerez para probar a 6 o 7», comenta el ex director deportivo de Lancia, Ferrari, Ligier, Prost y Minardi. «Entre ellos estaba Fernando Alonso. Por la mañana llovía y pensamos que no podríamos probarlos de verdad, aunque quizás sería bueno para ver si alguno destacaba entre ellos. Todos dieron vueltas y al final del día Alonso resultó el más veloz con mucha diferencia, como un segundo y medio, y se le veía que tenía de todo, cabeza, concentración, inteligencia, dotes que unidas al talento construyen un campeón», comentaba el italiano.

«Era la primera vuelta, y sin haber conducido nunca un F1 y lloviendo, pasó delante del box y frenó en la primera curva en el mismo sitio que lo estaba haciendo Barrichello. Estaba asustado y le mandé parar y cuando llegó al box me preguntó Fernando, ¿qué pasa?, si había algún problema. Yo le dije que el problema lo podía tener él si seguía yendo tan rápido la primera vez que pilotaba un F1. Pero me contestó que iba despacio, como yo le había dicho. Ante esa respuesta le dije: «sigue despacio», le dije. No cometió ningún error y fue estrepitoso. Luego era la famosa prueba del 9. Para un piloto joven, después de haberle dicho que ruede tranquilo, le damos la oportunidad de hacer una vuelta rápida. Lo normal es que ninguno mejore, porque van al máximo desde el principio, pero Fernando mejoró bastante su tiempo y lo primero que hice fue llamar a Gabriele Rumi para que le preparara un contrato por 10 años antes de que las voces de la F1 comenzaran a hablar de Fernando y nos lo quitaran».

Alonso, junto a Fiorio en el box de Minardi

Relato Marco Canseco: El acuerdo que tenía estipulado RPM, la empresa organizadora de la Fórmula Nissan, otorgaba al campeón de cada año un premio casi inigualable para cualquier piloto en ciernes. Fernando Alonso fue uno de los afortunados y se subió por primera vez a un F-1 el 13 de diciembre de 1999. Fue un día de perros en el circuito de Jerez, donde un Alonso con 18 años, se encargó de demostrar en unos pocos giros que era alguien llamado al éxito. No fue una cuestión de ver a un piloto un poco más rápido que el resto, sino que no presentaba lagunas en ninguno de los aspectos que conforman la figura de un superclase. Aquel día, gente con experiencia de décadas en la Fórmula 1 se quedó con su nombre, prendado de aquel chaval asturiano.

El ovetense, como es su costumbre y que no varió ni antes de proclamarse campeón Mundial, durmió a pierna suelta aquella noche antes de su gran cita y se levantó con la peor de las previsiones. Llovía sobre Jerez. «Habéis traído el orbayo de vuestra tierra», apuntó en broma Adrián Campos, su mánager entonces. Era una simple broma que escondía una dificultad añadida, pues Fernando nunca había rodado en mojado con un monoplaza. En toda la temporada en la Fórmula Nissan no había llovido ni un solo día de carreras o entrenamientos.

La relación de Alonso con la lluvia ha sido curiosamente muy corta. Su periplo en la Fórmula 1 años más tarde ha coincidido con las temporadas con menos carreras en agua, pero un pasaje en su niñez le dejaría el pilotaje en mojado como una obsesión a mejorar.

Ocurrió cuando tenía 11 años, un día de llovía en el Circuito de Asturias, y cuando todos los niños salieron con sus karts a rodar. José Luis, el padre de Fernando, viendo que casi ninguno trazaba correctamente y que algunos tenían miedo, salió a correr con todos ellos en una improvisada carrera para enseñarles un poco de técnica en esas condiciones del asfalto. El final de la carrera fue una lucha entre padre e hijo, pero Fernando se salió y José Luis cruzó primero. Fernando lo entendió como una humillación delante de sus compañeros, acabó llorando y cuentan que estuvo tres días mirando a su padre con recelo, hasta que José Luis le explicó por qué lo había hecho. Desde entonces se preocupó de aprender a pilotar tan bien en mojado como en seco y siempre ha lucido en las pocas carreras con lluvia en las que ha participado.

Mejor que Marc Gené

Aquel día en Jerez, mientras Marc Gené, el piloto oficial aquella temporada, realizaba tests para probar nuevas soluciones de embrague, Giancarlo Minardi valoraba la posibilidad de aplazar las pruebas. Rodó Gené y lo hizo de forma irregular, con oscilaciones de hasta ocho décimas por vuelta hasta que después de 25 paró el crono en 1.42.474. Minardi se decidió entonces a probar a los candidatos de aquel día. Vinella, que venía de ganar la F-3000 en Italia, fue el primero en subir. En su primera vuelta, 2:00 y varios sustos. Parada en boxes y otra tanda. Nueva parada y otras cinco entre las que el mejor registro fue de 1:45.747.

En esos momentos, Alonso comía junto a Adrián Campos, su padre José Luis, y Ermanno Cuoghi, su mecánico en el equipo de Campos, un veterano de Ferrari y otros equipos de la F-1, donde fue incluso mecánico de Jackie Stewart. Del italiano recibió los primeros consejos para la puesta a punto de monoplazas.

A Alonso le llegó el gran momento. Pero su monoplaza falló en la primera arrancada para intentar sacarlo del ‘box’ de Minardi. No logró engranar la primera hasta en tres ocasiones. Los mecánicos no hacían caso de las quejas de Fernando, que les decía que había algo mal, pero ellos lo achacaban a un error de novato. Al final resultó que estaba conectado el limitador de velocidad, con el que era imposible poner el coche en movimiento.

Alonso salió a la pista sin ningún complejo. Al final de boxes aceleró como lo estaban haciendo Rubens Barrichello con Ferrari o Eddie Irvine en Stewart-Ford minutos antes. En el primer paso por meta, 1:49. Giancarlo Minardi vio el monitor, sonrió a Adrián Campos y sacó el cartel que indicaba a Alonso que regresara. Quería conocer si quería hacer alguna modificación.

Fernando salió aún más convencido a realizar los siete giros siguientes, aunque no tenía referencia alguna de tiempos. Giancarlo no quería que se cegara con Gené. Aún así, cuando se bajó había parado el crono en 1:44.2. «No pensaba ir tan bien en agua», dijo tras ver el tiempo.

Ferrari, cuerpo a tierra

En la tanda final, Alonso se entregó y comenzó a disfrutar. En la cuarta vuelta dio gas demasiado pronto a la entrada de la recta de meta, y el coche se atravesó de tal manera que los mecánicos de Ferrari que seguían a Barrichello, creyeron que iba directo hacia ellos. Todos a una vez se lanzaron hacia la parte interior del muro como si les estuvieran disparando. Mucho más impresionados quedaron Minardi y los ingenieros, pues comprobaron después en la telemetría que durante el susto Alonso no dejó de acelerar en ningún momento. El coche que habitualmente pilotaba tenía 250 caballos y aquel Minardi 700, pero no se asustó en ningún momento.

Paulatinamente, Fernando fue bajando dos décimas por vuelta y situó el crono en la última en 1.43.410, sólo un segundo más lento que Gené y a una galaxia de Vinalli y Sunderberg, los otros candidatos que probaron ese día. El examen era con nota.

Vía As.com

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2 comentarios en «Se cumplen 20 años del test de Fórmula 1 que cambió la historia»
  1. Y después te vienen los enterados de bar a decir de Fernando de todo y nada bueno, cuando ellos no han hecho mas que rascarse el culo como el mayor hito de su vida, bueno, como deporte de riesgo después se huelen la mano.
    Desde que lo ví corriendo en Spa en el 2000 y, según los comentaristas, ni conocia la pista, me dije este chaval, en la F1 va a hacer maravillas …… y no me equivoqué.

    1. No hay peor ciego que el que no quiere ver y de esos hay muchos, pero más que otra cosa les come la envidia y el no saber. No hablamos nosotros, hablan los números, las telemetrías, la propia historia, los hechos, las hazañas, esos son los que colocan a Fernando entre los mejores y sin lugar a ninguna duda, muy a pesar de la mala suerte que ha tenido en las elecciones. Dale un coche regular y lo convierte en el mejor, eso solo lo hacen unos pocos y vuelvo al principio, el que no lo quiera ver es que es ciego. Saludos y gracias amigo.

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