Hacía 21 años que un piloto no fallecía en un GP de F1
El francés, de 25 años, falleció a causa de las heridas que sufrió en el accidente que tuvo en Suzuka hace nueve meses. Perdió el control de su monoplaza por la lluvia y acabó estrellándose contra la grúa que estaba sacando de los límites del circuito el coche de Adrian Sutil. La mala suerte se cebó con él y con su equipo, Marussia -hoy Manor-, que algo más de un año antes perdió a la que había sido su piloto probadora, María de Villota, por las heridas cerebrales que sufrió en una accidente con uno de sus monoplazas 15 meses antes.
Su muerte es la vigésimo séptima de un piloto en la Fórmula 1. Nunca antes había pasado tanto tiempo desde un fallecimiento a otro. Hasta los años 80 había una media de una muerte cada dos o tres años. Con la pérdida del italiano Elio de Angelis en 1986 se puso un freno de ocho años hasta que llegaron las Roland Ratzenberger y Senna en el mismo Gran Premio.
La muerte de Senna provocó un aluvión de cambios en torno a la seguridad de las carreras que ayudó a que durante 21 años no haya habido desgracias entre los protagonistas del Gran Circo. Hasta hoy.
Vía Marca.com