• mar. Abr 23rd, 2024

Michael Schumacher regresa adonde comenzó su leyenda en 1991

Schumacher cumple su gran premio 300 y es nombrado ciudadano de honor de Spa

Hay pocos deportes que exijan tanto para ser campeón, pero hay menos en los que con 43 años se pueda continuar en la formación de los titulares. La experiencia y la voluntad le siguen siendo suficientes a Michael Schumacher.

Tras la noticia de su vuelta (invierno de 2009) muchos pensaban que era un mayúsculo error. "¿Y qué tiene que perder? ¿qué arriesga?", fue lo primero que se le escuchó a Pedro de la Rosa.

Con todos los respetos para Pedro y para Schumacher. Lo que ha perdido es la consideración de favorito, la de alguien a tener en cuenta en una quiniela y en una apuesta, algo por lo que Michael daría el brazo derecho, pero que no otorga nunca el mejor palmarés de todos los tiempos. Por lo demás, sigue exhibiendo la grandeza de siempre. Un ejemplo.

El Káiser regresa al lugar donde todo comenzó y merece la pena recordar cómo fue la historia. Siempre se contó que un piloto de la escudería Jordan, Stefan Beloff, tuvo una trifulca con un taxista en Londres al que roció con un spray de defensa personal. El arresto y el juicio dejaron una vacante para uno de los coches verdes de Jordan, decorado con la publicidad de 7up.

Hasta ahí es cierto. Michael estaba compitiendo en el Mundial de Sport Prototipos -algo así como una mezcla entre el DTM y las Le Mans Series de nuestros días- y se había hecho un nombre, al igual que Heinz Harald Frentzen. Tenía 22 años cuando su mánager, Willy Weber, recibió la llamada de Eddie Jordan. ¿O fue al revés?, como contó hace pocos años el inglés. "Me pagaron 200.000 dólares por subirle", reveló.

Verdad o no, el caso es que tras un viernes de mofas en el muro, Schumacher se clasificó séptimo en la parrilla con un coche que equivale a un Caterham de hoy y empezó a llenar titulares. Y no había tocado un monoplaza en dos años. Fue el 23 de agosto de 1991, el día que comenzó la andadura de la mayor leyenda que jamás dio la Fórmula 1.

La carrera acabó en abandono por avería. Hay que contar también que Flavio Briatore llevaba sólo tres años en el paddock. Luciano Benetton le había confiado su equipo a un tipo carismático, del que se sabía poco. Había conformado una buena escudería, pero con aquella maniobra de despachos se hizo nombre a empellones. En siete días convenció a Schumacher para que se subiera a su monoplaza y Jordan se quedó sin nada.

Un año después, el alemán ganó su primera carrera en el mismo trazado. Y repitió seis veces, la última en 2004, para rubricar la cifra de siete títulos mundiales en el renacimiento de Ferrari. Fue el mejor con el mejor coche, lo que suele ser el destino de los grandes campeones, y lo que no supone ningún demérito, sino todo lo contrario, para la conquista de sus 91 triunfos.

Spa le dio el sitio, la fama y la leyenda y este fin de semana regresa para cumplir una cifra redonda. "Mi carrera gira de alguna manera en torno a Spa. Aunque es casualidad que sea allí mi carrera 300, casi era de esperar".
 
"Ha habido momentos muy satisfactorios
 ", dice, dos temporadas y media después de su vuelta. La pole de Mónaco -se le anuló por una sanción en la carrera anterior- le reafirmó, tanto a él como a sus incondicionales. Hace un mes, en Alemania, se pudo comprobar como tiene más seguidores que Vettel.

"Una pena no volver a ganar"

Tras su podio en Valencia, el primero desde 2006, Mercedes ya tiene motivos para renovarle. Pero no es eso lo que ronda por su cabeza. "Sería una pena no volver a ganar. Me gustaría vivir algún gran momento, pero la confirmación del rendimiento no sólo llega con los triunfos. Desde mi regreso viví momentos satisfactorios, como, por ejemplo, sacar el máximo del coche. Esto desde fuera no se reconoce, pero esa sensación es bonita", resume.

"Siempre dudo de mí y siempre fue así. Hay que cuestionarse siempre para poder seguir evolucionando y aprender",
dice, como filosofía. Michael no vive del recuerdo, porque es presente.

Schumacher, nombrado ciudadano de honor de Spa

Michael Schumacher fue nombrado ciudadano de honor de la ciudad de Spa, conocida por el circuito que acoge este fin de semana el Gran Premio de Bélgica.

El consejo del municipio, de manos de su alcalde Joseph Houssa, entregó oficialmente el título de ciudadano de honor de Spa al alemán "por su contribución al deporte del automovilismo y a dar a conocer nuestra región" en el mundo, ha señalado el alcalde, .

El alemán, que disputará su carrera número 300, es el piloto que más veces (seis) ha ganado en Spa-Francorchamps, el circuito que él considera su "salón de estar".

[foto de la noticia]

Vía Marca.com

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2 comentarios en «Michael Schumacher regresa adonde comenzó su leyenda en 1991»
    1. La verdad que a pesar de que ha podido disfrutar de una época en la que conmandaba más la maquina y teniendo la mejor le ha favorecido y mucho los resultados. Luego está también el echo de que su gran rival quien le pudo quitar algunos de los títulos conseguido no pudo estar presente. Pero muy a pesar de todo ello, siempre hay que reconocer que es un grande, que hizo historia, y que será muy dificil que venga alguien y lo arrebate. Gracias jose y un saludo

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