Massa disputó los libres, pero no pudo participar en la carrera. Una situación que imposibilitó al probador Di Resta ‘conocer’ al Williams como debía para competir en condiciones el GP de Hungría
«Espero haber demostrado que soy un piloto reserva en el que se puede confiar», afirmó tras la prueba. El británico no participaba en un gran premio desde Brasil 2013 -con Force India- y nunca había pilotado el FW40. No estaba familiarizado con sus componentes… Ni con los del coche, ni con su indumentaria: «Mis pies me estaban matando durante la carrera», bromeó al final de la carrera y es que Paul mide 21 centímetros más que el piloto brasileño y los cockpit están diseñados a medida (a través de un escáner 3D).
«Con la miel en los labios»
Massa disputó los libres antes del Gran Premio, pero no pudo participar en la carrera. Una situación que imposibilitó a Di Resta ‘conocer’ al monoplaza. Sus rivales le llevaban muchos kilómetros de ventaja sobre la pista lo que se evidenció en el resultado de la clasificación. «Una encerrona, un trabajo muy difícil», en palabras de Andy Soucek en una charla con El Confidencial. El expiloto probador de F1 con Virgin Racing asegura que la actividad de estos pilotos se centra principalmente en simuladores lejos de la pista y que la sensación que recuerda era la de quedarse «con la miel en los labios» viendo cómo su oportunidad de subir a un monoplaza se esfumaba cada fin de semana. Aún así, el ganador de la Fórmula 2 en 2009 reconoce que en sus años como probador se involucró «al máximo en la evolución del coche».
Los pilotos probadores ya no cumplen la función que cumplían con anterioridad. Antes podían pilotar hasta 10.000 kilómetros y ahora su presencia se centra en el simulador y en esperar a que falle un piloto titular para saltar al coche. De hecho, la figura de piloto probador en la actualidad es limitada y en algunos casos no trasciende a más de una mera figura de relaciones públicas de la escudería (en cuyo caso está mal llamado aquello de piloto probador).
«Yo quiero pilotar»
A pesar de las escasas opciones de participar, la preparación del probador es exigente, incluso más que la de uno titular porque al aspecto físico se le une el psicológico, algo crucial para desempeñar bien la actividad y estar siempre listo para manejar un Fórmula 1 y dar el 100%. «No eres un estorbo, pero sí un sustituto«, apunta el actual piloto oficial de Bentley. Exige cierta inactividad que para algunos no merece la pena según las circunstancias. En el caso Andy, es rotundo: «Yo quiero pilotar». Di Resta ocupa su tiempo con la DTM.
Para los pilotos jóvenes tampoco supone una buena opción «si no se combina con otra categoría ya que es imposible evolucionar» y, por lo tanto, ser escaparate. La opción más recomendada es pilotar desde una «filial de escudería que apuesta seriamente por ti» o, simplemente, tener mucho dinero y poder pagar una plaza para pilotar… Dónde está el límite para decidir si abandona la figura de piloto probador y apuesta por pilotar en otra categoría o competición es una decisión que depende del propio piloto y la escudería.
En cuanto a Paul Di Resta, parece que tiene decidido seguir siendo piloto probador a sus 30 años, aunque Paddy Lowe no le cierra opciones para ser piloto titular de Williams el año próximo. «Mantenemos la mente abierta de cara al año que viene, así que consideramos todas las opciones«, consideró el director de los de Grove, «Creo que él tiene una buena reputación después de este fin de semana y he oído que Mercedes quizá también le llame, así que esa es la situación». De apagafuegos tras una «encerrona» se puede salir bien, pero es extraño el caso que termina con el mejor final posible: ser piloto oficial de F1.
Vía Elconfidencial.com